El delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, ha lamentado la decisión del rector de la Universidad de Zaragoza de suspender la inauguración del curso universitario 2013-2014 sin contar previamente con su opinión ni solicitar la colaboración de los cuerpos y fuerzas de seguridad.

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En declaraciones a los medios de comunicación, el representante institucional ha lamentado que la decisión del rector, Manuel López, haya hecho perder a la Institución académica aragonesa la ocasión de ser un "espejo" de la universidad española y de contar con la presencia del Príncipe Felipe y del ministro de Educación, José Ignacio Wert.

Alcalde ha explicado que el rector le había comunicado esta mañana la suspensión a través de una llamada telefónica en la que justificaba su decisión en la "certeza" de que se produjeran graves incidentes durante la celebración del acto.

"Si el rector dice que tenía la certeza de que se iban a producir alteraciones graves, por qué no lo ha dicho a la Delegación del Gobierno, a los cuerpos y fuerzas de seguridad o la fiscalía; porque se iban a ser tan graves deberíamos saberlo", ha subrayado.

El delegado del Gobierno, quien iba a presidir mañana una junta de seguridad con responsables de la Casa Real para preparar la visita del Príncipe, finalmente suspendida, ha asegurado sentir "sorpresa" ante la decisión de López pero también "vergüenza" de la imagen dada.

Ha insistido en que el rector tenía la opción de autorizar la presencia de las fuerzas de seguridad del Estado en el interior del recinto donde debía celebrarse el acto si existía algún riesgo de incidentes graves.

Alcalde, quien ha expresado su desacuerdo con la decisión de López, ha admitido la "legitimidad" de la concentración convocada a las puertas del recinto universitario, pero ha cuestionado las protestas en el interior del salón elegido para la inauguración del acto universitario.

El representante institucional ha considerado "lamentable", además, que al colectivo que tenía previsto provocar los incidentes le hayan dado la sensación de que "han ganado una batalla de una forma ilegítima".