El propietario de dos comercios de Caspe ha sido imputado por un presunto delito contra la salud pública después de que la Guardia Civil interviniera días atrás 300 kilos de pescado putrefacto y otros alimentos no aptos para el consumo humano en su establecimiento. El sospechoso es de nacionalidad paquistaní y tenía una clientela de ese país asiático y de otros colectivos inmigrantes dedicados a las labores del campo.

En estos dos locales, una carnicería y un locutorio, los agentes de la Guardia Civil hallaron carne que se estaba vendiendo a una temperatura de 20 grados (cuando la ley estipula que han de ser siete), frutas y verduras en estado de putrefacción, diferentes tipos de leche sin refrigerar, productos envasados caducados, aceitunas a granel con insectos vivos y muertos, productos extranjeros sin etiquetar y hasta 300 kilos de pescado en mal estado de congelación y en putrefacción.

Todos estos alimentos estaban expuestos para su venta al público, según informó el Instituto Armado. Así, la Guardia Civil procedió al cierre provisional y cautelar del establecimiento, con un cartel que lo identificaba como carnicería, y a la imputación del propietario, S. Q. A., de 36 años y de nacionalidad paquistaní, por un delito contra la salud pública.

DESINFECCIÓN En estos momentos, el comercio se encuentra abierto hasta que la autoridad competente resuelva el expediente sancionador, ya que los productos en mal estado fueron retirados y se procedió a desinfectar el comercio.

El expediente abierto a este establecimiento de alimentación se inscribe dentro de las actividades desarrolladas por la Guardia Civil para la vigilancia del cumplimiento de la normativa en los locales de venta de comida.

Al parecer, según las pesquisas realizadas por los agentes, el pescado en mal estado había sufrido interrupciones en la cadena del frío, por lo que empezó un proceso de degradación hasta no ser apto para el consumo.

Asimismo, el resto de alimentos no se guardaba en las debidas condiciones de temperatura ni de hermetismo, por lo que presentaba también evidentes síntomas de hallarse en mal estado para el consumo.