La lentitud con la que el Juzgado número 1 de Calatayud tramitó la causa por la que, doce años después de su detenció, han sido condenados los tres responsables de la comercialización de cientos de miles de litros de gasóleo adulterado les permitirá eludir la prisión.

La magistrada del Juzgado de lo Penal número 3 de Zaragoza les ha aplicado la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, lo que les ha supuesto a J. L. G. B., S. S. M. y J. M. R. F. una pena de tan solo seis meses de prisión por un fraude tributario de 228.424 euros, más una multa de 115.000 y el veto para recibir ayudas públicas o disfrutar de incentivos fiscales durante 18 meses.

"Las dilaciones se debieron por una parte a la complejidad de los hechos que se investigaron, que tuvieron varias ramificaciones", señala la sentencia. Eso provocó que la instrucción se alargara "en exceso".

La Agencia Tributaria presentó la denuncia inicial en julio del 2001 y que el auto de apertura del juicio oral está fechado el 16 marzo del 2007. Sin embargo, su celebración iba a retrasarse más de seis años ante la imposibilidad de localizar los domicilios de tres empresas implicadas. "Son dilaciones no imputables a una actuación provocada por los acusados", señala la sentencia.

Esa circunstancia atenuante, admitida por el fiscal y alegada también por los abogados defensores --el penalista Eladio Mateo Ayala y el letrado José Pajares-- obliga a la magistrada a imponer una pena por debajo de la mínima que contempla el Código Penal para el delito básico de fraude tributario, que es de un año.

GASÓLEO La sentencia declara probado que los acusados compraron en mayo del 2001 la gasolinera del polígono bilbilitano de Mediavega, desde la que distribuyeron el gasóleo bonificado --agrícola-- que hacían pasar por combustible de automoción mediante dos procedimientos: aplicarle ácido sulfúrico para eliminar tanto el colorante que actúa como marcador como el trazador y, por otro lado, aumentar el volumen disponible de fuel mezclándolo con petrosol, hexano, totuleno y xileno, productos normalmente utilizados para fabricar pinturas y barnices y que tienen un régimen especial de tributación que eludían. El margen es de 19 céntimos por litro.

El grupo, que operó entre abril y junio del 2001, adulteraba el combustible en un almacén de Villafranca de Ebro y, después, en una finca de Calatayud donde instalaron tres depósitos con capacidad para 50.000 litros cada uno.

Vigilancia Aduanera detectó que la gasolinera vendió 67.896 litros de gasóleo adulterado, intervino otros 55.892 en los depósitos y en un camión y demostró que habían comprado 505.848 litros de productos adulterantes.

La magistrada absuelve a J. S. A., defendido por el letrado Fermín González Guindín.