Aragón es territorio fracking; una de las comunidades que concentra mayor número de solicitudes de permisos de extracción de gas. El Ministerio de Industria tiene seis peticiones de investigación, y el Gobierno autonómico nueve. La alarma que la técnica de fracturación hidráulica ha causado en la ciudadanía ha hecho que el Ejecutivo, de momento, haya paralizado todas las licencias.

El debate en torno a los beneficios y peligros del fracking obliga a la Administración a actuar con cautela. "No queremos ser pioneros en esto", admite la directora general de Energía y Minas, Marina Sevilla. Evita pronunciarse en contra de la técnica, pero sabe que la contestación social está ahí y prefiere hablar de las "garantías" que son imprescindible para que cualquier proyecto de este tipo de ponga en marcha en la comunidad aragonesa.

En la comunidad la polémica tiene nombre de filósofo griego: Platón. Es la denominación del proyecto impulsado por la empresa Montero Energy Corporation, ubicado en el Maestrazgo turolense. Un informe de la Universidad de Zaragoza, avalado por 50 geólogos e investigadores, alerta de los peligros que para los acuíferos de la zona supondría perforar en el subsuelo de la zona.

El presidente de la Comarca del Maestrazgo, Arturo Martín (PAR), se muestra equidistante cuando se le pregunta por el fracking. Y también contradictorio. Reconoce que la institución que lidera aprobó por unanimidad una declaración contra esta técnica. Pero matiza: "Lo hicimos siguiendo la senda de las Cortes, donde se planteó una moción semejante. Aunque en realidad tenemos muy poca información sobre los proyectos y la gente del territorio está muy tranquila". Achaca la alarma a los ecologistas. "Son gente que no vive aquí. Es algo que me llama la atención. Deberían venir, instalarse y conocer la realidad. Desde fuera es muy fácil oponerse".

En su opinión, "no se puede decir no a todo porque al final nos quedamos solos. Solo tenemos el paisaje. Miras por la ventana y ves los molinos de Castellón, ellos se llevan el dinero y nosotros nada. Todas las minas tienen su riesgo, las de cualquier tipo. Ahora están cerrando muchas de carbón y la gente también se queja. En su día, cuando se crearon seguro que hubo gente en contra".

Pese al ánimo claramente favorable, pese a las declaraciones institucionales, de Martín, lo cierto es que en su comarca se ha creado incluso una plataforma ciudadana contra el fracking. Entre los contrarios a que estos proyectos se desarrollen en Aragón figura el geólogo de la Universidad de Zaragoza, José Luis Simón, que es además turolense. "Los proyectos que se han presentado son penosos; la documentación que se aporta en el caso del Maestrazgo es chapucera y demuestra que la empresa que quiere impulsar la perforación no sabe ni de qué va el asunto", denuncia. Este experto asegura que los más peligroso de la extracción del gas con este sistema es la contaminación de los acuíferos, que se encuentran a las misma profundidad que las bolsas de mineral --en el Jurásico--. Menores son los riesgos de que las perforaciones conlleven terremotos porque en esa zona no "hay evidencias de fallas activas".

Asimismo, CHA reclamó ayer en Córcega una alianza europea contra el fracking.

La visión de los geólogos contrasta con la de las empresas. Rafael López, jefe de exploración para España y Latinoamerica de Montero Energy, perteneciente al grupo R2 Energy, subraya que los recelos "no están fundados".

"El problema es la manipulación que se hace. Yo al profesor Simón lo he respetado, pero no sabe de lo que habla", dice. Cuenta que ha mantenido reuniones con ayuntamientos, y que pese a las reticencias iniciales, al final quedan "satisfechos". "Es falso que se contamine nada. Están diciendo que dañaremos los acuíferos, pero estos se encuentran a 600 metros de profundidad y nosotros queremos trabajar a más de 3.000", dice.