Tiempo de recursos. Y de ofertas. En esto se ha convertido la huelga del transporte público. Los trabajadores enviaron ayer a la dirección de Autobuses Urbanos de Zaragoza (AUZ) el documento prometido con la propuesta que presentaron en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje. Lo hicieron tras el visto bueno del Ayuntamiento de Zaragoza y acreditar su intención de incrementar de la red de 500.000 kilómetros. El jueves, en teoría, la concesionaria dirá si está de acuerdo en recolocar en dos años a los 125 despidos forzosos con contratos indefinidos, de caracter fijo a tiempo completo y mantenimiento la categoría profesional que tenía previamente el conductor.

Mientras, la huelga sigue indefinida y con nuevos horarios que han generado más molestias que hasta ahora y el comité de empresa sigue meditando si recurrir o no. Y la tarea se le acumula. Todavía la asesoría jurídica de los trabajadores no ha decidido si merece la pena impugnar o no el laudo de la Comisión Consultiva y ya están pensando en presentar otro recurso, esta vez, contra los servicios mínimos decretados en la segunda fase de la huelga, es decir, los mismos que había con los anteriores paros. Un servicio del 50% y del 100% en líneas especiales y los buses destinados a personas con movilidad reducida. Si AUZ acepta desaparecerá el dilema del comité, recurrir el laudo. Pero hasta que eso ocurra, la huelga continua y el apoyo de los conductores volvió a ser del 100% tanto por la mañana como por la tarde.