Nos estamos encontrando que las personas no saben que el control de la tensión también puede servir para prevenir un ictus". Carlos Tejero, neurólogo de la unidad de esta enfermedad del hospital Clínico de Zaragoza advierte del riesgo de la hipertensión mientras realiza pruebas a Ignacio, uno de los numerosos pacientes que ayer se sometieron a los exámenes de prevención realizados en el centro, uno de los 43 que conforman la mayor red nacional de puntos informativos con motivo de la celebración del Día Mundial del Ictus.

La jornada persigue, entre otras cosas, avisar de esos factores a vigilar. "Esperamos que con este tipo de planteamientos las personas tengan algo más de información y sepan que la hipertensión y el tabaquismo son los factores de riesgo más controlables", indicó Tejero, que también subrayó la importancia de la actividad física, el sobrepeso, la diabetes o el colesterol. "No ha ido mal la cosa, me dicen que está todo bien", apunta, aliviado, Ignacio, de 63 años.

Las pruebas

Las pruebas incluían una análitica para comprobar los índices de glucosa, la medición de la tensión, "por encima de valores de 14 y 9 ya corremos riesgo", advierte el doctor, e incluso una ecografía de la carótida. "Miramos la salud de las arterias que llevan sangre del corazón al cerebro y establecemos un simulacro de todas las pruebas que vamos a realizar en un estudio real a un paciente afectado por un íctus", apunta Tejero.

La principal preocupación alcanza a la mortalidad. De hecho, el íctus es la primera causa de fallecimiento en mujeres y la segunda en hombres. Además, Aragón se ha visto obligado a recuperar terreno perdido respecto a la media nacional. "Se produjo un descenso de la mortalidad en España que en Aragón no fue tan importante, por lo que la comunidad se vio obligada a cambiar la estrategia, lo que ha propiciado cambiar la tendencia desde el 2007 al 2012 y acercarnos a las cifras del resto del país".

A su lado, Marisa, de 60 años, soporta temerosa las pruebas. "Soy muy miedosa y una hipocondríaca de cuidado", admite. En su caso, una tensión ligeramente elevada no supone un factor alarmante. "Me he quedado tranquila porque he optado por hacerme las pruebas por una cuestión preventiva, pero he de reconocer que no las tenía todas conmigo. Ahora, a seguir cuidándose", indica.

Además del Clínico, también se llevaron a cabo mesas informativas en los hospitales Miguel Servet y Royo Villanova, en Zaragoza, y en el San Jorge, de Huesca.