Edificio sí, pero clases no. Esa es la realidad de la nueva Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza, cuyas obras se entregan hoy de manera oficial, pero donde no se podrá iniciar la actividad debido a la ausencia del equipamiento interior, ya que la institución no cuenta con financiación para comprar el mobiliario.

Por el momento, la dirección de la facultad está llevando a cabo un recuerdo del material disponible y utilizable en la antigua facultad y en otras aulas para trasladarlo, "en el menor tiempo posible", al nuevo edificio. "Se están revisando sillas, mesas y armarios que se puedan aprovechar. Mucho material está anclado al suelo y su uso es imposible, pero todo lo que sirva para tirar hacia delante será bienvenido. Ya hemos solicitado al Gobierno de Aragón que tenga en cuenta la situación en sus presupuestos del 2014", explicó Joaquín Royo, vicerrector de Infrastructuras de la universidad.

Ante esta situación, Royo prevé que para el segundo cuatrimestre del presente curso académico (enero y febrero del 2014) ya se podrán impartir clases a algunos de los estudiantes. "No será una ocupación parcial, porque con el material que contamos no podrá amueblarse todo, pero al menos podrá iniciarse la actividad para que algún grupo empiece a trabajar en el nuevo edificio", dijo.

RETRASO CONTINUO Desde el comienzo de su construcción en el 2010, los problemas presupuestarios han condicionado la hoja de ruta de la Facultad de Educación, un proyecto ubicado dentro del Plan de Infraestructuras 2006-2012 de la universidad.

El presupuesto inicial se estimó en un coste de 20 millones, pero la ausencia de partidas para obras hizo imposible su culminación en el primer plazo estimado y, en junio del 2012, los trabajos fueron paralizados debido a la falta de financiación para hacer frente a la recta final. La actividad se reanudó meses después tras el aporte de los 3,6 millones por parte de la DGA.

"Ha sido un camino difícil, pero estamos muy satisfechos porque se ha logrado un edificio digno a un precio muy bajo. El metro cuadrado ha sido inferior al de la construcción de viviendas de protección oficial y ya que tenemos la facultad, vamos a tratar de aprovecharla cuanto antes aunque sea a pequeños sorbos", indicó Royo.