El director general de Patrimonio Cultural, Javier Callizo, defendió ayer la nueva ley de lenguas de Aragón, que supone "oficializar" el aragonés, ante el rechazo frontal de los tres grupos de la oposición, que denunciaron que suprima las denominaciones de aragonés y catalán.

Callizo y los portavoces de los grupos que sustentan al Gobierno (PP y PAR) mostraron de nuevo sus discrepancias con la oposición en la comisión de Educación y Cultura respecto de una ley aprobada con polémica y que reconoce la Lengua Aragonesa Propia del Área Oriental y la Lengua Aragonesa Propia de las Áreas Pirenaica y Prepirenaica --conocidas por sus acrónimos, Lapao y Lapapyp--.

En su intervención, Callizo subrayó que de acuerdo con lo dispuesto en el Estatuto, la ley, además del castellano, reconoce como propias, originales e históricas las lenguas aragonesas con sus modalidades de uso predominante en las áreas septentrional y oriental, de forma que lo que haces es "oficializar" el aragonés.

Mayte Pérez (PSOE) dijo que la ley "desprestigia" las lenguas que se hablan en Aragón. Gregorio Briz (CHA) dijo que la norma es un "atropello absoluto" al aragonés y al catalán que solo esconde "unos intereses torticeros, electoralistas, anticalanistas". Adolfo Barrena (IU) insistió respecto del catalán, que "una realidad, aunque se niegue, sigue siendo una realidad", y subrayó que ni Franco consiguió que se dejara de hablar.