La línea de ferrocarril de Canfranc podría convertirse en un banco de pruebas para los sistemas ferroviarios si prospera la propuesta planteada a las empresas del sector por un grupo de profesionales aragoneses y que cuenta con el apoyo del ayuntamiento de la localidad oscense.

En este sentido, la jornada Canfranc, banco de ensayos natural de material móvil y sistemas ferroviarios, que se celebró ayer en Zaragoza, es el primer paso para convertir la población pirenaica, por su carácter montañoso y la dureza de su clima invernal, en un centro de ensayos de trenes que posteriormente puedan circular por países emergentes como Rusia y otros de la Europa del Este.

Por ello, el objetivo de esta jornada es "lanzar la propuesta y pulsar la respuesta de los agentes del sector", que son los que deberán valorarla y, en el caso de que sea favorable, dará lugar a una segunda fase, según explicó a los medios Luis Manuel Ruiz, portavoz de los profesionales ferroviarios que han auspiciado esta iniciativa.

Aunque se trata de una propuesta preliminar y es difícil cuantificar la inversión que sería necesaria para que se convierta en realidad, cuenta con al apoyo del Ayuntamiento de Canfranc, siempre atento a lo que impulse el avance de la línea ferroviaria y "a todo lo que sea desarrollo industrial y posibilidad de que las empresas inviertan" en el municipio.

El alcalde, Fernando Sánchez, manifestó a Efe que esta iniciativa, como la demandada reapertura de la línea internacional, sería buena "no solo para la zona sino para Aragón, España e incluso Francia" y puede suponer la creación de puestos de trabajo y poner a Canfranc en el mapa del mundo empresarial.

SIN INTERFERENCIAS La propuesta es "un primer paso" y parece "factible", subrayó el alcalde, para quien se trata de un planteamiento "lógico" que puede tener "posibilidades de desarrollo futuro" y que representa un planteamiento "diferente" de la reapertura de la línea.

"No hay interferencia entre la circulación de trenes y el banco de ensayos", afirmó Sánchez, que explicó que hay horarios concretos para cada actividad, máxime en una línea con una bajísima utilización desde que se interrumpió la comunicación con Francia.

Los ensayos que podrían desarrollarse servirían para probar la circulación de trenes en una zona con gran número de rampas, como ocurre entre Jaca y Canfranc, y aspectos relacionados con el clima extremo, para ver si los aislamientos de los vagones están bien calculados para compensar las pérdidas de energía.

El promotor de esta iniciativa resaltó que se trata de dar a conocer a las empresas de I+D+i y relacionadas con el sector ferroviario los "activos" de este territorio dado que "no existen" propuestas para realizar pruebas en condiciones de frío en otras comunidades autónomas.

Para poder realizar estos ensayos en Canfranc sería necesario que la vía "estuviera en condiciones", dijo José Luis López Gómez, premio Inventor Europeo 2013, que insistió en la importancia de probar el material que exige la ficha de pruebas para que los ensayos sean "homologables" en todos los países de Europa.

En opinión de este ingeniero industrial de Talgo ya jubilado, si Canfranc está preparado también podría acoger pruebas que se hacen en Pajares, Somosierra o Puigcerdá porque la vía "tendría menos circulación y facilitaría los ensayos".