A unas 600.000 toneladas anuales asciende la capacidad de los aprovechamientos forestales de los montes de Aragón susceptibles de ser destinados a biomasa. Los datos que que maneja el director general de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, Roque Vicente son contundentes y a la vez prometedores en cuanto a existencias y futuro de la biomasa. Aragón cuenta con 1.577.000 hectáreas de monte arbolado repartidas entre Huesca (620.222 hectáreas), Teruel (586.414) y Zaragoza (371.355 hectáreas). Esto permitiría disponer de 74,3 millones de metros cúbicos de biomasa arbórea.

Esta es la apuesta del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, que entiende que "la energía es un factor fundamental para que Aragón pueda lograr sus objetivos de crecimiento, empleo y sostenibilidad. La creciente y excesiva dependencia energética exterior y la necesidad de preservar el medio ambiente y asegurar un desarrollo sostenible obligan al fomento de fórmulas eficaces para un uso eficiente de la energía y la utilización de fuentes limpias. Por eso, el aprovechamiento de la biomasa se plantea desde un punto de vista de la utilización moderna de una fuente energética básica y de la sustitución de otras fuentes contaminantes como el petróleo".

Ventajas

Por su parte, Roque Vicente insiste en que "la biomasa presenta múltiples ventajas comunes al resto de las energías renovables: su carácter autónomo, su contribución a la hora de alcanzar los compromisos internacionales adquiridos en materia de emisiones contaminantes, la lucha contra el cambio climático y la promoción del desarrollo sostenible, el respeto por el medio ambiente, la creación de más empleo que con las fuentes energéticas convencionales en zonas rurales tradicionalmente deprimidas". Vicente refuerza la tesis de que "avanzar en la producción de biomasa supone hacerlo en la gestión del desarrollo forestal sostenible, genera valor añadido sobre el propio territorio. La biomasa esta participando muy activamente en la multiplicación por cinco de los aprovechamientos forestales en los tres últimos años en el conjunto de la Comunidad Autónoma, aprovechamientos que en un 70% están destinados a la biomasa". Todos parecen coincidir en que en últimos años se ha producido un auge de las expectativas de utilización de la biomasa forestal como recurso energético.

Plantas como la de Ansó o Ejea, de iniciativa privada, o el proyecto recientemente presentado en Mosqueruela, son prueba de la implantación que la biomasa esta teniendo en Aragón. Los últimos datos del Boletín de Coyuntura Energética, correspondientes al 2012, indicaban que el consumo de biomasa venía a representar en la Comunidad Autónoma 147.174 teps (Toneledas Equivalentes de Petróleo), una cifra todavía muy modesta en el balance energético autonómico.

La elevada capacidad forestal de las masas arboladas aragonesas, unido a las infraestructuras existentes, pueden permitir un rápido y eficaz desarrollo de la industria energética de la biomasa, si bien es necesario un esfuerzo para dinamizar todos los eslabones de la cadena de producción y valorización de los productos obtenidos con el fin de mejorar rendimientos.

Cobertura legal

Además de la movilización del recurso, el departamento está trabajando en el establecimiento del marco legal y el fomento de la gestión forestal sostenible, a la vez que se adaptan los sistemas de obtención de la biomasa a los requerimientos que el nuevo escenario forestal y energético precisa. Desde el 2006 se está legislando en esta materia. Así, una ley de ese año ya indicaba que el Gobierno de Aragón "fomentará y regulará el aprovechamiento de la biomasa forestal residual, garantizando la conservación de la biodiversidad y los ciclos ecológicos".

Modificación de la ley

El proyecto de modificación de la Ley de Montes de Aragón busca simplificar y facilitar los procedimientos administrativos para favorecer el establecimiento de un tejido industrial acorde con esos objetivos y necesidades, por considerar este tipo de energía renovable como el elemento clave para la dinamización de la economía del medio rural, que permite, a su vez, consumir los recursos forestales existentes y fomenta la inversión privada. Los aprovechamientos forestales emplean en la actualidad a 130 personas en el medio rural.

El proyecto propone igualmente que el propietario pueda llevar a cabo la enajenación completa de los aprovechamientos previstos en el instrumento de gestión por todo el periodo de vigencia del plan especial.