El Gobierno de Aragón investiga los efectos y la facilidad de adquisición de un desatascador que, pese a estar claramente indicado para uso profesional, se vende al público en algunas droguerías de la comunidad. El producto, según indica el etiquetado, contiene ácido sulfúrico con una pureza del 95%. Su uso, incluso siguiendo las indicaciones de la etiqueta, ha causado lesiones a varios consumidores, entre ellos una pareja zaragozana que ha interpuesto una reclamación en Consumo. Actualmente la dirección general está realizando labores de inspección y análisis para adoptar las medidas pertinentes, que podrían ir desde las sanciones a los comercios o distribuidores hasta la retirada del producto del mercado.

La pareja que denunció, con el asesoramieno del letrado Alberto Delgado, compró el producto el pasado 28 de septiembre en una ferretería del centro de Zaragoza. La dependienta le recomendó el producto al hombre, J. P. U., y le dio instrucciones para su uso, según las cuales debía quitar el codo de la tubería de la fregadera atascada, verter medio bote del producto --de medio litro-- y dejarlo actuar un día, tras lo cual debía de verter agua. Según el afectado, le indicó que era un producto "seguro", que "no reaccionaba con el agua" y que "solo quemaba tejidos, pelos o maderas", pero no la tubería.

GÉISER

Pese a las indicaciones tranquilizadoras, el hombre siguió las indicaciones de la etiqueta y se protegió los ojos con unas gafas --aunque no de tipo profesional--, se cubrió hasta el cuello y utilizó guantes. Requirió también la ayuda de su pareja, M. S. J.. Pero unos segundos después de verter el líquido en el desagüe, comenzaron a oír un burbujeo, y se produjo una reacción súbita por la que un líquido negro salió despedido y empapó a la pareja y el mobiliario de la cocina.

Pese a la citada protección, el líquido corrosivo causó graves lesiones por quemaduras en el cuerpo y en los ojos al hombre, y en uno de los ojos, el cuello y las extremidades a la mujer. Él ha pasado varias veces por quirófano, aunque las secuelas definitivas del accidente doméstico todavía están por definir.

Tras la denuncia de la pareja en Consumo, personal del Gobierno de Aragón les ha comunicado, por mediación del letrado, que está llevando a cabo la oportuna labor de inspecciones y análisis, en paralelo a su abogado, para depurar responsabilidades y actuar judicialmente, si procediera, contra los responsables de la venta al público de este producto.

La pareja prefiere permanecer en el anonimato, y el letrado no tiene constancia oficial de que haya más casos en la ciudad, pero este diario pudo confirmar que existe al menos un afectado más por este mismo producto en Zaragoza.

En internet aparecen otros muy similares por el mismo desatascador, con consecuencias incluso más graves cuando el usuario, no profesional, ha utilizado el producto corrosivo sin ninguna protección. Sin embargo, el producto sigue a la venta tanto en tiendas como en la red, sin que a priori se necesite una acreditación especial como profesional para poder adquirirlo.