La epidemia de gripe en Aragón provocará, según las previsiones de los especialistas, un número similar de fallecimientos a los que tuvieron lugar en el 2010, lo que supondrá muchos menos que los registrados en la campaña 2004-2005, cuando el peor brote de gripe estacional que se recuerda superó en Aragón los 800 casos por cada 100.000 habitantes y la mortalidad llegó a multiplicar por diez la que se registraría un lustro más tarde. En la 2009-10, el virus de gripe dejó más de 45.000 aragoneses contagiados, una incidencia mucho menos elevada de la prevista.