La crisis ha enterrado, al menos de momento, el proyecto para reformar el edificio de viviendas situado junto a la factoría Averly en el paseo María Agustín de Zaragoza, por el que se iban a construir 19 viviendas con garaje. El inmueble se encuentra vacío desde hace décadas y, de hecho, un andamio sujeta la fachada hace varios años. Precisamente, el área de Urbanismo del ayuntamiento ha dictado una providencia para que la empresa constructora retire esta estructura y la sustituya por otro sistema de sujección de la fachada. De este modo, insta a la propiedad a que adopte las medidas de seguridad necesarias y retire el andamio de la vía pública, que podría ubicarse detrás del bloque de ladrillo para que siga sujetando el muro.

No solo eso, la Gerencia de Urbanismo declarará hoy la caducidad de la licencia, que se otorgó ya en el 2008 a Rufama, empresa con la que este diario ha intentado contactar en varias ocasiones sin éxito, para la construcción de un edificio en el solar, con 19 viviendas y estacionamientos. La crisis del sector inmobiliario, confirmaron fuentes de Urbanismo, ha aparcado este proyecto, en un sector que, pese a su privilegiada situación, cuenta con otros inmuebles en esta situación, como el del Café Madrid.

El edificio, situado en el número 61-63 del paseo María Agustín, está protegido por el consistorio y por el Gobierno de Aragón y calificado como de interés arquitectónico, dado que fue uno los primeros edificios construidos en esta zona, a comienzos del siglo XX y fuera ya del recinto histórico. La zona se encuentra, de hecho, en el centro del debate urbanístico en los últimos meses al estar anexa a Averly. El inmueble, que se enmarca dentro del eclecticismo predominante durante el cambio de siglo cuenta con una fachada en la que se hizo uso del juego de dos colores, aunque estos ahora no son perceptibles debido a la suciedad de la misma.

No es el único inmueble que está en estas condiciones en este tramo del paseo María Agustín. A pocos metros se encuentra también el edificio del Café Madrid, propiedad de la inmobiliaria del Banco Santander, que ha tratado de venderlo. Los vecinos han criticado las malas condiciones de este edificio e incluso el PP ha instado al consistorio zaragozano a que reclame a la propiedad que garantice la seguridad de los peatones y que lo limpie o cierre.

También la polémica se ha cebado con el proyecto para levantar pisos en la antigua fundición Averly, situada pared con pared con este inmueble. Los propietarios se vieron obligados a vender el suelo acuciados por las deudas y los embargos.