La Asociación Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés, Apudepa, ha denunciado hoy la existencia de informes contradictorios emitidos por servicios del Ayuntamiento de Zaragoza respecto a la conservación de la antigua fundición Averly.

El presidente de la entidad, Carlos Bitrián, ha puesto de manifiesto el informe de la arquitecta jefe del Servicio de Patrimonio Cultural Urbanístico, Úrsula Heredia, emitido el pasado 20 de enero, en el que alerta de que hay un Plan Especial en tramitación que afecta a Averly, así como de recursos a la catalogación del conjunto realizada por el Gobierno de Aragón.

Motivo por el que la arquitecta dice que "no ha lugar a la licencia de derribo" solicitada por Brial, ya que los edificios que se pretende demoler están incluidos en dicho plan y forman parte de la fundición.

Sin embargo, según ha informado Bitrián a Efe, existen otros informes posteriores del Jefe del Servicio Técnico, Miguel Ángel Abadía, en los que "resta importancia" al informe de la arquitecta y decide someter la solicitud de la licencia de derribo a la Comisión Provincial de Patrimonio, algo que Apudepa "no considera adecuado".

La entidad cree que esta situación evidencia que en Urbanismo hay "presiones importantes" que están "determinando" el resultado pese a los informes contrarios al derribo.

Apudepa, que ha solicitado la declaración de la antigua fundición como Bien de Interés Cultural en la figura de Conjunto Histórico, presentará un escrito en el Ayuntamiento para que se tenga en cuenta el informe del servicio de Patrimonio Cultural.

De momento, la asociación en defensa del patrimonio ha solicitado al Tribunal Superior de Justicia de Aragón medidas cautelares que impidan la pérdida de uno de los referentes de la arquitectura industrial, instalado en el Paseo María Agustín desde 1880.

Apudepa acompaña la solicitud de ocho informes realizados por expertos de prestigio en materia de patrimonio industrial como el del excoordinador del Plan Nacional del Patrimonio Industrial, Alberto Humanes, quien destaca el "altísimo valor" de lo que califica, ha apuntado Bitrián, la "catedral de la primera industrialización".

Así como el de la directora del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, Ascensión Hernández, quien cree que se trata de un "testimonio único de la historia contemporánea de Aragón" y "relevante de la economía, el arte y la cultura" de esta región, o el del exdirector del Museo Nacional de la Ciencia y de la Técnica de Cataluña, Eusebi Casanelles, quien ve "milagrosa" la conservación del inmueble y dice que se debe conservar.

También figuran los informes del presidente del TICCIH-España y asesor de a Unesco en patrimonio industrial, Miguel Ángel Álvarez Areces, de los catedráticos Eloy Fernández Clemente, Carlos Forcadell y Manuel Silva, del director del Máster de Restauración de la Universidad Politécnica de Cataluña, Salvador Tarragó, y de la doctora experta en patrimonio industrial, Diana Sánchez.

Apudepa pide a la Justicia que se paralice el derribo y el desmantelamiento interior del conjunto y se conserven "a buen recaudo" los bienes muebles.

Bitrián lamenta los "daños irreparables para la arquitectura y la ciencia" que ya se han producido en el proceso de vaciamiento interior, que se ha llevado a cabo sin supervisión de patrimonio y ha derivado en una disgregación del conjunto.

Esta entidad considera "insuficiente" la declaración del Gobierno de Aragón porque no afecta a todo el conjunto de la fábrica y supondría el derribo de dos tercios para la construcción en el espacio resultante de 200 viviendas.