JOAQUÍN CARBONELL
--Usted tiene una empresa para ayudar a empresas.
--Sí, a emprendedores.
--Cuando usted comenzó no existía la palabra emprendedor.
--No, venía alguien que quería montar algo... A ver si le podía ayudar. Y había mucha gente que incluso te preguntaban qué podrían montar.
--Conozco el spot del test del algodón, ¿pero cómo se puede aplicar a una empresa?
--La gente te pregunta ¿pero esta idea que yo tengo es un negocio viable? Y yo he hecho una aplicación gratuita para móvil o Ipad, que contesta a esa pregunta. Allí introduces el título de tu proyecto y contestas Si o No a lo que se te pregunta. Al final se te dará un informe completo que te lo puedes enviar a tu correo.
--Impresionante.
--Creé la metodología hace años y la he transformado en una aplicación, con ayuda de un informático y una diseñadora.
--Y visto lo visto, denos tres consejos antes de lanzarse a la piscina de los negocios.
--Primero, tener claro que tienes espíritu emprendedor. Segundo, analizar si hay mercado para tu negocio. Y tercero, pasión y trabajo. Los negocios que triunfan tienen clave china: pasión y trabajo.
--¿Cree que son buenos tiempos ahora?
--Lo que diferencia un proyecto creado en el 92 de un proyecto creado hoy, es la necesidad de adaptarse a los cambios tan rápidos que suceden en el mercado. Estar dispuesto a modificar, pensando siempre en el cliente. Yo creo que no hay buenos proyectos, hay buenos emprendedores.
--Seguro.
--Y la aplicación sirve para empresas que se quieren reinventar; que fueron bien durante un tiempo pero ahora ven que no les funciona y no saben qué hacer. Porque a menudo te topas con empresarios que no quieren cambiar ciertas cosas. Y aquello es inviable.
--¿Y cómo se aprende a conocer al cliente?
--Hay que ponerse en la situación del cliente, ver qué necesidades tiene, qué soluciones le puedes aportar y cuanto está dispuesto a pagar por ello. Y sin duda, hay que conocer las tendencias, que ya son mundiales.
--¿Y qué se lleva ahora?
--La inmediatez. La no planificación, la acción instantánea. Ya no se reserva hotel con tiempo, sino sobre la marcha. Es una nueva forma de trabajar.
--¿Y cuesta?
--Mucho, sobre todo a las personas mayores de 35 que han sido educadas para otros hábitos.
--Algo bonico para rematar.
--Es importante reflexionar, pero llega un momento en que hay que actuar.