Los scouts aragoneses vivieron ayer una jornada festiva en la que alrededor de 2.000 miembros de este colectivo participaron en la vigésima edición del festival asociativo de la canción scout. El evento, que se celebró en el Palacio de los Deportes de la capital aragonesa, volvió a ser una fiesta asociativa en la que primaron los valores formativos y solidarios.

Esta actividad, que se lleva realizando desde hace 30 años, congregó ayer a los dieciocho grupos que componen la Asociación ASDE-Scouts de Aragón, que ponen de relieve los principios de fraternidad y cooperación entre los jóvenes que inspiran este movimiento en el mundo.

Al mismo tiempo, pretenden ser muestra de la creatividad e iniciativa de los propios componentes de la asociación, este año bajo la ambientación de culturas antiguas.

Esa creatividad e iniciativa de los propios componentes de la asociación se mostró a través de las animaciones y canciones que contaron con escenografías propias elaboradas por el colectivo. En esta ocasión, la ambientación versó sobre las culturas antiguas. El espectáculo se celebró desde las 10.30 horas hasta las 14.00 horas y contó con una numerosa presencia de amigos, familias y simpatizantes del movimiento.

Además, el festival amplió su versión solidaria al requerir, para acceder al acto, un kilo de alimentos no perecederos que el colectivo scout aragonés destinó a una entidad social.

El festival transcurrió inmerso en un ambiente lúdico y lleno de buen humor, donde lo importante era participar, pero también estuvo marcado por la calidad de las canciones, en las que la asociación dejó patentes los valores del colectivo: amistad y fraternidad, así como el espíritu de cooperación entre los jóvenes.