Eva Bulería: "Mi padre era cantante y en mi casa siempre hubo arte"

--¿Una paya haciendo bulerías?

--Desde jovencica me gusta la música flamenca y la salsa. Sobre todo la salsa, incluso he sido profesora. Con mi grupo hacemos una fusión de salsa y flamenco, y en un tema metemos rap y queda muy bonito.

--Eso le decía, que en Aragón hay que vivir en ciertos ambientes para empaparte de flamenco.

--Es el estilo que he escuchado en mi casa. Mi padre tenía una orquesta que se llamaba Epoc 79, era vocalista, y tocaba los fines de semana en el Garden-San Jorge, porque durante la semana era camionero. Era el rey de la fiesta. Así que he escuchado flamenco, copla y boleros.

--Claro, usted no podía salir una sosa.

--¡No! Somos tres chicas y un chico y cada uno en su estilo tiene mucho arte.

--Y usted celebra un año al frente de su bar, donde suena flamenco.

--Suena de todo, pero sobre todo flamenco.

--En Zaragoza yo he conocido varios intentos de montar negocios alrededor del flamenco y todos se han cansado.

--Llevar esto es muy difícil; lo primero por una lucha constante contra el racismo.

--¿Me lo dice en serio?

--Sobre todo porque nos encontramos en la Madalena. Hay un porcentaje muy elevado de gente gitana, y algunos payos no aceptan convivir con otra cultura. Me molesta especialmente que se me haya catalogado como un bar exclusivo para gitanos y no es así. La gente buena tiene entrada, lo que no dejamos entrar es a los sinvergüenzas.

--Y de vez en cuando alguien se arranca y se canta unas buenas bulerías o fandangos.

--Eso es; los fines de semana tenemos muy buen ambiente. Es entre semana cuando está muy flojo. Comparado con el año pasado se ha notado mucho.

--En este tiempo ha montado su grupo, La Bulería Grupo.

--Un grupo estupendo con un abanico muy amplio de repertorio, desde flamenco puro a la rumba. Y adaptado a todo tipo de enventos y economías.

--Y llevan en el grupo al ganador del primer Certamen de Flamenco de Zaragoza, Juan Dual Dual.

--Exacto. Es un chico de 21 años que canta de maravilla. La exigencia del concurso era que tenían que cantar una soleá y lo bordó y emocionó a la sala.

--¿Dónde se les puede ver?

--Pues mira, actuamos bastante, no hay mes que no toquemos. Se nos ve mucho por Zaragoza capital. Y el fin de semana que no tenemos algún bolo nos arrancamos en el bar. Incluso después de actuar organizamos nuestra juerga privada.