El colegio Valdespartera de Zaragoza decidió ayer no dar a los alumnos usuarios del comedor el primer plato que estaba programado al tener sospechas de que se podía encontrar en mal estado. Fue el propio servicio de cocina del centro quie, al probar la comida --un plato de sopa con fideos-- mostró sus dudas acerca de su estado, por lo que el colegio decidió prescindir de él, reservar una muestra y cambiar el menú previsto.

Así, los niños más pequeños del primer turno recibieron más fruta, además del pollo como segundo plato mientras que a los más mayores se les sirvió puré. La empresa ofreció volver a desplazar la sopa pero la dirección consideró que no había tiempo suficiente --el traslado cuesta unos 45 minutos--.

El colegio, que cada día da de comer a alrededor de 350 niños, notificó el incidente a las familias, que agradecieron su reacción.