La Policía ha perdido la pista de un testigo clave del crimen del cibercafé de la calle Navas de Tolosa de Zaragoza. Los investigadores han comunicado al Juzgado de Instrucción número 12 de la capital aragonesa que les ha sido imposible localizar a la novia de la víctima, Rubén F. E., de la que indican en un oficio que creen que ha salido de España.

La defensa de uno de los dos imputados por el crimen, Abdel T. R., solicitó al instructor que ordenara un careo entre este y la mujer, diligencia que tanto el juez como posteriormente la Audiencia denegaron por considerarlo innecesario para la investigación. Ambos mantuvieron contacto unos días después de la muerte del empresario, según consta en las diligencias.

El Cuerpo Nacional de Policía intentó dar con el paradero de la joven, aunque sus gestiones resultaron infructuosas.

SUMARIO

El magistrado Alfonso Tello ha dado por concluida la instrucción y ha remitido el asunto a la Audiencia Provincial de Zaragoza para que esta tramite el cierre del sumario. El tribunal ha dado traslado a las partes para que estas soliciten la práctica de nuevas pruebas o pidan el cierre de la causa o su sobreseimiento.

En la causa están personadas la Fiscalía, los penalistas José Luis Melguizo e Ignacio Pérez-Santander --defienden a José María H. S. y a Abdel T. R., respectivamente-- y el abogado Juanjo Serra, que ejerce la acusación particular en nombre de la madre y de la hermana de la víctima. La expareja y la hija del empresario fallecido han desistido de presentar cargos.

Abdel T. R., detenido en Miami tras cometer una infracción de tráfico meses después del crimen, y José María H. S., que se entregó en La Habana al enterarse del asesinato --según su versión-- a las pocas semanas de que este ocurriera, están procesados como presuntos autores de la muerte y posterior sepultura en cemento del empresario Rubén F. E., cuyo cadáver fue hallado en junio del 2011 en un local de la calle Navas de Tolosa. Ambos niegan haber cometido el crimen y señalan al otro como presunto autor.

La víctima recibió varios hachazos por la espalda antes de caer al suelo, donde fue rematado a golpes. Después fue sepultado bajo una capa de cemento junto a la barra del establecimiento.