La Guardia Civil de Huesca rescató ayer a nueve personas heridas, la mayoría tras haber sufrido algún accidente en las montañas de la provincia oscense, de las que tres participaban en la prueba deportiva Gran Trail Aneto-Posets y otra había sido mordida por una serpiente.

La primera de las intervenciones se llevó a cabo a las 06.30 horas, después de recibir un aviso desde la organización de la prueba deportiva Gran Trail. El accidentado, vecino de Valencia, de 39 años, resbaló por una pala de nieve de unos 50 grados de inclinación durante más de 100 metros, impactando en el lateral contra una pared de roca y cayendo en una rimaya de unos tres metros de profundidad. Sufrió policontusiones con fractura de cadera y fémur y fractura abierta de tibia y peroné.

Desde la organización de esta prueba deportiva dieron aviso de otras dos personas que necesitaban auxilio. Uno de ellos, un vecino de Terrassa (Barcelona) de 64 años, relató que se encontraba caminando con un grupo de siete personas cuando resbaló por un nevero de unos 15 metros hasta que se precipitó en una zona de piedras desde una altura de unos dos metros. Como consecuencia, sufrió traumatismos por el cuerpo y un golpe no sangrante en la cabeza. El otro se hizo una luxación en el hombre tras una caída.

Una vez acabada esta competición los rescates se siguieron produciendo. De hecho, siete personas precisaron el auxilio del Instituto Armado. La mayoría de ellos sufrieron lesiones leves en cuando hacían senderismo o montañismo en la zona de La Peonera en el Refugio de Góriz o en en Peña Montañesa.

La última actuación se produjo sobre las 17.30 horas cuando se recibió otro aviso en el que una mujer que había subido a una peña del Pueyo de Araguas, pero que no podía descender por problemas en las rodillas, por lo que se trasladaron al lugar Greim de Boltaña con helicóptero de Benasque y médico 061 y tras recogerla la trasladan a Boltaña y de allí en ambulancia al centro de salud de Aínsa.

La gran cantidad de servicios no llegó a desbordar a los equipos de la Guardia Civil establecidos en el Pirineo aragonés, si bien, indicaron, fue necesaria una especial coordinación y organización.