La Asociación de Floristas obligó a suspender el pasado viernes a mediodía la iniciativa lanzada por Ecovidrio, en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza, por la que se ofrecía a los ciudadanos la posibilidad de cambiar un kilo de vidrio por un ramillete de flores que ofrecer a la Virgen del Pilar el día de la Ofrenda. Una decisión que llevó a desmontar los tres puntos de recogida y que, al no anunciarla, conllevó que los zaragozanos atraídos por esta campaña siguieron llevando botellas a esos lugares y se encontraron allí mismo con que no había nadie para recogerlas ni darles flores.

Desde el consistorio explicaron que el mismo día en el que se lanzó esta campaña se recibió la queja de los floristas, que como ya habían hecho en el 2013 --entonces fueron más de una decena los puntos de recogida--, manifestaron su enfado por el agravio que suponía para un sector que sufre también las consecuencias de la crisis y en un día clave para ellos. Aunque se acordó reanudarla el mismo día de la Ofrenda porque ya no les afectaría tanto.