Eran las 10.30 de la mañana cuando Fernando Senante volvía ayer a su farmacia de Pablo Neruda 26. "Fernando, ¿qué tal la semana?", le preguntaba un vecino de la zona. "Las he tenido mejores", contestaba el farmacéutico. El boticario volvía al trabajo después de que el pasado 15 de octubre fuese detenido por la Guardia Civil bajo sospecha de participar en una trama de reventa de medicamentos a partir de recetas falsas.

La cruz de la farmacia regentada por Senante volvía a lucir, pero con un mensaje diferente: "Gracias por vuestras muestras de apoyo" era el lema que se podía leer en los leds en movimiento. El establecimiento estaba lleno a primera hora.

Senante se mostraba sonriente ante los clientes en todo momento pero su gesto reflejaba cierta inquietud. "Cuando tienes una vocación y no te dejan ejercerla... se pasa mal", aseguraron desde el entorno del boticario respecto a cómo ha vivido la semana que el establecimiento ha permanecido precintado. "Estamos muy agradecidos, las muestras de apoyo han sido constantes y reconforta", contaron.

Respecto al proceso que va a seguir ahora la investigación de la Guardia Civil, denominada operación Pharmakon, las mismas fuentes explicaron "tener desconocimiento total".

Pero no todo es apoyo. Algunos clientes le cuestionan. "No es normal que tenga la parafarmacia tan barata, puede que lo haga como reclamo: acumular clientela y luego a revender", elucubraban.