La construcción de una autopista eléctrica que atraviese Aragón para conectar con las redes energéticas europeas planea sobre Aragón desde los años 80 del pasado siglo. Por eso la resurreción el viejo proyecto Aragón-Cazaril, ahora rebautizado Monzón-Cazaril, no ha causado demasiada sorpresa. No ha sido así, en cambio, con la propuesta de otro trazado, entre Sabiñánigo y la localidad francesa de Marsillon, que se presenta como un enlace nuevo dentro de los planes de REd Eléctrica de España (REE).

La reedición de esta "amenaza", como la califica el diputado de Chunta Aragonesista Joaquín Palacín, data del pasado miércoles, cuando el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, expuso en el Congreso que ambos proyectos, con una capacidad de 1.000 megavatios cada uno de ellos, cuentan con el respaldo del Ejecutivo central.

La autopista eléctrica Monzón-Cazaril, que aprovecharía infraestructuras ya existentes pero sin uso, ha tenido como efecto inmediato despertar de nuevo el fuerte movimiento de oposición social, que nunca se había extinguido pese a las sentencias judiciales que a fines del pasado siglo lo descartaron por los trastornos medioambientales que causaría en el valle de Chistau, en el Sobrarbe.

CASO OMISO

"Lo grave es que, al proponer la línea Monzón-Cazaril, se está haciendo caso omiso de las resoluciones que, tanto en España como en Francia, ya descartaron judicialmente ese enlace", apunta Palacín, que no entiende "ese volver a lo mismo".

La plataforma de oposición a la Monzón-Cazaril, que se reunirá el 7 de noviembre en Graus, también sostiene el mismo punto de vista: que Red Eléctrica de España ha desempolvado en realidad el mismo proyecto de siempre.

Una vuelta atrás que ha cogido desprevenido al Gobierno de Aragón, que ha reconocido que desconocía estos planes, dado que la documentación manejada hasta fechas recientes no la contemplaba.

En cualquier caso, el objetivo del Gobierno central es evitar que España quede en una situación de dependencia o pobreza energética. En este sentido, apela a que la Unión Europea se ha propuesto alcanzar un 10% de interconexión eléctrica. En este supuesto es donde entran los nuevos pasos desde Sabiñánigo y Monzón, pero también otros dos previstos a partir del País Vasco y Navarra.

Pero esta argumentación es rechazada de plano por los opositores a las autopistas eléctricas por Aragón. "Aragón es excedentario en energía eléctrica, por lo que aquí no hacen falta esas líneas de muy alta tensión, que es como se denominan técnicamente", explica el diputado Joaquín Palacín.

Pero, al margen de que Aragón tenga sobradamente garantizado su suministro eléctrico --hasta el punto de que exporta a otras comunidades--, la plataforma de opositores considera que España es un país con una gran capacidad de energía a partir de fuentes renovables como el viento y el sol, pese a que la crisis económica ha frenado el progreso de este sector.

OPOSICIÓN

El próximo viernes, en Graus, la plataforma de opositores a las autopistas eléctricas sentará las bases de su acción en el futuro, que se presenta complicado. "No importa que dentro de un año haya elecciones generales en España", apunta el diputado de Chunta Nacionalista. "Hay que tener en cuenta que las elecciones europeas fueron hace poco y que se trata de una política impulsada desde esas instancias", añade.

Sin embargo, los proyectos en marcha adolecen de indefinición, pues no pasan de ser propuestas que pueden sufrir modificaciones hasta ser aprobadas de manera definitiva. Además, no debe olvidarse que Francia ya mostró años atrás su oposición a que las altas torres para el transporte de electricidad atraviesen valles pirenaicos que gozan de un elevado grado de protección ambiental.

El empecinamiento en sacar adelante la línea de muy alta tensión, con ciertas variaciones en el recorrido y distintos ramales, lleva a pesar a los opositores, incluso, que se trata de un proyecto más ambicioso y que rebasa el estricto marco de España para inscribirse en otro más amplio formado por los países del norte de África.