La Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) ya ha abierto el plazo para que los municipios soliciten ayudas con cargo al Plan de Inversiones en Infraestructuras y Equipamientos Locales (PIEL) y al Plan de Cooperación a las Obras y Servicios (POS) para este ejercicio. Entre ambos totalizan 15 millones de euros, unas cantidades que permitirán a muchas localidades acometer obras de gran entidad en mejora de sus instalaciones y servicios.

La convocatoria de las ayudas a estos planes se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) el pasado 13 de febrero y el plazo de presentación de solicitudes termina el próximo 2 de marzo.

La Diputación Provincial de Zaragoza destinará estos recursos a la financiación de la ejecución de obras con cargo a ambos planes. Así, el Plan de Inversiones en Infraestructuras y Equipamientos Locales (PIEL) cuenta con 10,5 millones de euros mientras que el Plan de Cooperación a las Obras y Servicios (POS) dispondrá de 4,5 millones.

Por otro lado, este año los ayuntamientos podrán concurrir tanto al PIEL como al POS con el mismo modelo de solicitud, según las bases establecidas en la normativa de la convocatoria.

En la solicitud de ambos planes quedan excluidas las actuaciones de urbanización que tengan que ser costeadas obligatoriamente por los propietarios del suelo y, en cuanto a las obras de abastecimiento de agua, en ningún caso se considerarán gastos subvencionables los impuestos indirectos cuando sean susceptibles de recuperación o compensación.

NECESIDADES

Tanto el PIEL como el POS tienen como principal objetivo cooperar con los ayuntamientos para la realización de infraestructuras y equipamientos que sirvan para prestar aquellos servicios públicos que contribuyan a satisfacer las necesidades de los vecinos.

Los planes de ayuda a municipios de la diputación suelen provocar polémica. Una formación, Izquierda Unida, ha denunciado en varias ocasiones, aprovechando la celebración de plenos, que no se rigen por criterios de equidad, sino que se favorece a unos ayuntamientos en detrimento de otros.

Sin embargo, esta acusación, rotundamente desmentida por los máximos responsables de la institución, puede ser difícil de demostrar. Según fuentes de la entidad, en el reparto entran en juego distintos criterios, como el número de habitantes y las veces en que una localidad ha recibido ayudas.

Estos dos factores generan una amplia casuística, que se ve ampliada todavía más si se tiene en cuenta que también se sopesa el historial de ayudas de una población a lo largo de los años.

El presidente de la Diputación de Zaragoza, Luis María Beamonte, ha defendido en numerosas ocasiones que la distribución de estos fondos se rige exclusivamente por criterios técnicos.

Los planes que se presentan deben cumplir una serie de requisitos. Así, si la obra o inversión no requiere proyecto o la entidad local no dispone del mismo se aportará una memoria valorada, redactada por un técnico competente.

Además, si se trata de una obra que se pretenda ejecutar o ya se esté ejecutando por fases, deberá aportarse un desglose del proyecto técnico o una memoria valorada que comprenda la fase solicitada y acreditar que se trata de una inversión en la que se cumplen los requisitos contenidos en la normativa.