El aire de Zaragoza cumplió 2014 con los parámetros exigidos por la Unión Europa y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para controlar los índices de la contaminación atmosférica, que a partir de ahora los vecinos de la ciudad podrán conocer en tiempo real a través la web municipal.

"Estamos en un nivel óptimo", ha dicho el Consejero de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, en la rueda de prensa en la que ha presentado, junto al director de la Agencia de Medio Ambiente, Javier Celma, el informe sobre la calidad del aire en la ciudad durante 2014.

Uno de los indicadores para evaluar la calidad del aire que se respira es el de las partículas en suspensión, que, según los datos recogidos por las estaciones de control de la contaminación con que cuenta la ciudad, han tenido una media de 21 microgramos, la mitad de lo que pide la UE y muy cerca de los 20 que exige la OMS.

Lo bueno del año 2014 es que "no solamente" se ha cumplido la legislación europea, "que no todas las ciudades españolas pueden decir", sino que "estamos cumpliendo los objetivos de la OMS. Es ya como jugar en la Champions", ha resumido Blasco la situación de la capital aragonesa.

El sistema de mediación de la calidad del aire, que tiene un coste de unos 265.000 euros, según ha dicho Blasco, se hace mediante seis estaciones, cuando la UE sólo exige tres, a las que se suma este año una séptima en la Avenida de Soria.

Como novedad importante para este año, ambos se han referido a la posibilidad que tendrá la ciudadanía de conocer en tiempo real, a través de la web del Ayuntamiento (zaragoza.es/calidaddelaire), los índices de contaminación, un ejercicio no sólo de transparencia sino de atención para las personas con afecciones respiratorias, ya que también se mide la concentración de polen en el aire.

Con una hora de desfase, un asmático o una persona con problemas respiratorios podrá descargarse en su teléfono móvil y conocer los índices de contaminación en la calle y decidir si sale o no de casa, ha explicado Celma, quien ha resaltado la importancia de esta información para la población más sensible.

El consejero de Medio Ambiente ha indicado que esta iniciativa persigue la "transparencia absoluta", tanto para la ciudadanía como para las organizaciones ecologistas, con datos abiertos a todos y que se podrán utilizar de forma gratuita para ofrecerlos en aplicaciones a terceras personas.

El objetivo es que se multiplique la difusión de los datos sobre la contaminación del aire de la ciudad, que está en unos niveles, han reiterado, muy inferiores a los exigidos por los organismos internacionales y confirman la estabilización sostenida de los últimos años, a pesar de que el tráfico ha aumentado en la ciudad.

Al respecto, Blasco ha señalado que estos "positivos datos" se lograron el año pasado a pesar de que se empezó a notar, fruto de la incipiente recuperación económica, el incremento de la movilidad, el aumento de la venta de coches y del transporte, además de la alta media de edad del parque móvil.

Celma ha defendido que la ciudad cuente con siete estaciones de medición del aire, cuando la UE sólo pide tres, porque se quiere ser absolutamente claro y transparente, con datos "consolidados, objetivos e incuestionables".

Según el informe, durante el año pasado los niveles de dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2, tráfico rodado), las partículas en suspensión (PM10), el ozono (O3) y las partículas pequeñas (PM2,5), que son las que más afectan a los alveolos pulmonares, se han situado "muy por debajo" de lo que fija la UE.

Las recomendaciones de la OMS también se han cumplido salvo en el caso de la "materia particulada", ya que la ciudad ha registrado una media de 21 microgramos de media frente a las 20 que exige el organismo internacional, que es mucho más restrictiva que las autoridades europeas.

A juicio del director de la Agencia de Medio Ambiente, los datos positivos registrados se deben a la transformación de la ciudad desde 2008, los planes de movilidad, el fomento de la bicicleta y el tranvía, aumento de las zonas peatonales, la implicación del sector industrial y concienciación de los ciudadanos.

Desde el año 2011, ha añadido, la ciudad se encuentra en una situación estable, casi un cincuenta por ciento por debajo de los límites que establece la Unión Europea y cerca de los de la OMS, que mejorarán con el descuento de fenómenos naturales, como la llegada de partículas y polvo desde el Sahará.