El Ayuntamiento de Zaragoza gasta 265.000 euros para el control atmosférico de la contaminación. Actualmente hay siete estaciones en la ciudad que miden su calidad. Ninguna de ellas ha sido financiada por el Gobierno de Aragón ni para su instalación ni para su mantenimiento, según indicó ayer el concejal de Medio Ambiente, Jerónimo Blasco. "La DGA no nos ayuda en nada", criticó. En cambio sí que está "costeando estaciones en otros municipios".

Un hecho que para Blasco deja claro que "Zaragoza sigue siendo la república independiente" para el Gobierno de Rudi.

La Unión Europea solo exige que haya tres estaciones en la ciudad que se encarguen de controlar la calidad del aire. En Zaragoza existen seis y en los próximos días comenzará a funcionar otra más en la avenida Soria.

Hasta ahora se encontraba en la avenida Navarra y será trasladada en los próximos días al no cumplir los parámetros exigidos al estar muy próxima al tráfico. "Queremos abrir otra para que quede claro que los datos que ofrecemos son objetivos e incuestionables", explicó.

El responsable de Medio Ambiente apuntó que será el próximo gobierno el que decida si se mantienen todos los medidores activos ya que generan un gasto elevado y tampoco son necesarios.

CALIDAD

Independientemente del número, los datos han vuelto a posicionar a Zaragoza como una de las ciudades con mejor aire para respirar al cumplir los valores límite para los diferentes contaminantes medidos. Y no por el cierzo. "Algo ayuda, pero los días que no hay viento mantenemos los parámetros", explicó Blasco.

Por sexto año consecutivo, la capital del Ebro ha cumplido todos los objetivos de calidad del aire que fijan la directivas comunitarias. De hecho, los valores límites son "muy inferiores" a los establecidos por la Unión Europea (UE) y se cumplen a rajatabla las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El director de la Agencia de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Javier Celma, explicó que el sistema de movilidad sostenible, la construcción de dos barrios bioecológicos como Valdespartera y Parque Goya o el cambio de las antiguas calderas a otras nuevas y menos contaminantes están "dando resultado".

Pero el éxito no es nuevo. En el 2008 la asignatura pendiente del consistorio era tener una ciudad limpia. La cantidad ingente de obras que generó la Expo tuvo como consecuencia que el aire que se respiraba no fuera el más óptimo para el ciudadano. Desde entonces se ha trabajado en tres sectores: el industrial, el residencial y el de movilidad. Tres aspectos que han logrado que progresivamente las partículas del aire sean de mejor calidad.

IMPLICACIÓN

En cuanto al primero, se invitó a las empresas instaladas en la ciudad a trasladar sus sedes lejos de la población. Y las que no lo hicieron tuvieron que soportar políticas medioambientales más duras, señaló Blasco.

El consistorio también ha impulsado la construcción de barrios más sostenibles como Valdespartera o Parque Goya. "No hay ninguna ciudad en España con unos barrios ecológicos de estas dimensiones", apuntó el titular de Medio Ambiente.

Por último, la concienciación de los ciudadanos ha sido esencial. Se ha logrado reducir el tráfico privado con el impulso del uso del transporte público y sostenible como el tranvía o las bicicletas y el incremento del uso del autobús urbano.

Además, ahora el ciudadano podrá consultar a través de la web municipal los datos de contaminación en tiempo real con un desfase de una hora.