Los ríos Gállego, Cinca y Huerva se encuentran entre los que registran índices más elevados de sustancias contaminantes, según el último informe de la red de control correspondiente al año 2013 que ha hecho publico la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

Esta red de vigilancia, que cuenta con 24 puntos de control en el conjunto de la cuenca, mide el grado de concentración de sustancias peligrosas como arsénico, tolueno, DDT o pesticidas, restos de combustibles, metales o mercurio en el agua, los sedimentos y los peces que viven en las aguas de los ríos.

El muestreo del agua se hace manualmente y el de sedimentos mediante dragas, mientras que el de los peces se realiza con la captura de tres ejemplares de dos especies distintas, dentro de un rango de tamaños y edades.

El río Zadorra (Alava) es el que registró mayor incumplimiento de las normas de calidad ambiental en el agua, con valores superiores al límite fijado en el caso de la presencia de hexaclorociclohexano, conocido comercialmente como el pesticida lindano.

También se han superado los limites en la estación de control de Miranda de Ebro (Burgos), concretamente de benzotiazol y mercaptobenzotiazol, usados en la industria como acelerante en procesos de vulcanización.

Las concentraciones más altas de mercurio se midieron en el Zadorra, Ebro (Benissanet y Campredó), Cinca (aguas abajo de Monzón), Gállego (Hostal de Ipés) y Arga (Ororbia).

También el Ebro, a su paso por Miranda, tuvo los registros más altos de cadmio, junto al Zadorra, en cuyos sedimentos se midieron los más altos niveles de plomo, cobre, níquel o zinc.

En el caso de los ríos aragoneses, las concentraciones más altas de cobre y níquel los registró el Huerva (Fuente de la Junquera), mientras que correspondió al Vero (Barbastro) los más elevados de cromo.

En los análisis realizados a los peces capturados en los ríos Gállego (Búbal y Santa Eulalia) y Cinca (Fraga), los parámetros medidos del fungicida hexaclorobenceno y de hexaclorobutadieno, un agente químico usado en la recuperación de cloro y en la fabricación de lubricantes y compuestos de goma, no han superado las normas de calidad ambiental.

Las concentraciones más altas de mercurio se han registrado en las muestras hechas en los ríos Gállego (Hostal de Ipiés, Villanueva y Santa Eulalia, entre los embalses de La Peña y Ardisa), Cinca (Monzón) y Ebro (Benissanet).

El informe advierte de que aunque las concentraciones medias de mercurio en el Gállego/Búbal han sido inferiores a las encontradas aguas abajo en Hostal de Ipiés y Villanueva, también han incumplido las normas de calidad ambiental, por lo que no ha servido "para encontrar un blanco exento de contaminación".

Una concentración significativa de DDT se ha encontrado en ejemplares de rutilo capturados en Ascó (Tarragona) y de cromo, cobre y zinc en ejemplares de bagre, barbo madrilla, piscardo, alburno, carpa y escardino del Ebro, Gállego, Vero y Segre.

El informe se ha realizado con 4.026 analíticas, de las que superaron el límite de cuantificación 886, un 22 por ciento, en veinte de las 50 sustancias vigiladas.

Concluye el informe que la sustancia peligrosa contaminante con valores más altos en el agua ha sido el hexaclorociclohexano, mientras que en los sedimentos aparecen DDT, hidrocarburo aromático policíclico (PAHs), hexaclorobenceno y los metales, estos últimos en la practica totalidad de los puntos de control.