Varios jóvenes ucranianos que están en familias de acogida en Aragón están siendo reclamados por el Gobierno de Ucrania para que regresen a su país para ser introducidos en la zona de conflicto, según el presidente de la Asociación de Asistencia a la Infancia de Aragón, Eduardo Puente.

El objetivo de esta llamada es que realicen el servicio militar en su país y tras un periodo de instrucción de alrededor de un mes sean introducidos en la zona de conflicto, según afirmó Puente y también Angelines, la madre de acogida de Tola, uno de los jóvenes que ha sido llamado desde su país para incorporarse a filas.

Puente explicó que su asociación, que coordina desde hace años un programa de acogida temporal durante los veranos y las fiestas navideñas, conoce cinco casos en la comunidad de jóvenes en esta complicada situación, pero se mostró convencido de que son "muchos más".

Un caso paradigmático es el de Tola, de 18 años, que realiza sus estudios con una familia aragonesa de acogida desde hace ya seis años y cuyos padres biológicos le comunicaron por teléfono hace una semanas desde Ucrania la carta que ordenaba su incorporación a filas.

Angelines asegura que se siente español y está totalmente integrado, pero que su adopción no ha sido posible por la desidia de las autoridades de Ucrania. La mujer consiguió que el joven se haya acogido a través de la Policía española a una figura de protección internacional que se renueva cada seis meses y que le permite continuar en el país sin necesidad de regresar a Ucrania en vacaciones, aunque consideran esto "insuficiente". Tola está "muy nervioso" ante la posibilidad de tener que volver a su pueblo, donde, según asegura, muchos jóvenes de su edad han muerto ya. Angelines ha apelado al Estado para que le concedan la nacionalidad española.

La mujer conoce otro caso en Aragón, el de J., de 16 años, cuya madre de acogida está intentado también nacionalizarle.