Los vecinos de Monzalbarba temían la llegada de la segunda avenida del Ebro por las consecuencias que tuvo la primera del año. La mota no ha podido arreglarse todavía debido al mal estado del terreno, por lo que desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) hicieron un apaño preventivo para evitar que el agua entrara en cantidades ingentes y volviera a inundar los campos y casas del entorno del cuartel de Pontoneros. Y lo ha conseguido, aunque en parte, dado que se nota la subida del nivel del Ebro y se ha inundado la zona más próxima al río. No obstante, esta vez no hay que lamentar daños materiales. Hace dos semanas los residentes del centro de mayores se quedaron aislados durante dos días por la crecida. Una urbanización tuvo que se desalojada y el centro municipal deportivo quedó completamente anegado por el agua.