El Museo Thyssen ha organizado una exposición de un artista muy interesante, Patrick Dufy. Que no es fauvista, ni surrealista, ni impresionista, ni todo lo contrario, pero que estuvo ahí, entre los grandes, entre Pisarro y Degas, entre Renoir y Picasso, armado con una extraordinaria técnica y con una visión muy particular de la pintura y del mundo, del arte y la vida.

"Está lo real -decía Dufy-- y está lo que se ve. No es lo mismo. Existe lo real y lo que es mensurable: alzado, volumen, planta... Pero lo que a mí me interesa no es eso, sino mi propia visión de lo real. Trato de pintar lo que veo y lo que entiendo de las cosas".

Ampliando estos pensamientos al conjunto de la vida y de la sociedad deduciríamos que la opinión personal debería establecerse sobre la comprensión de lo que se ve. En política, el ojo público sería la prensa, muy en particular la televisión.

Pero lo que vemos en la pantalla no es ni mucho menos la realidad, sino una versión mediatizada desde las instituciones, edulcorada desde los partidos, orientada desde la visión sesgada de aquellas cadenas que defienden al PP o de aquellas otras que defienden al PSOE.

Por eso el "cuadro" o la "pintura" que cada cual pueda representarse de su tiempo no se basa sobre la observación de hechos o modelos reales. Los que hemos visto los partidos por dentro sabemos que el "posado" oficial nada tiene que ver con las broncas, las improvisaciones, las venganzas, los castigos, las propuestas e intervenciones sobre una u otra política a puerta cerrada, pero ese conocimiento no lo tiene el votante que, sin embargo, como el pintor la realidad, se empeña en penetrar la apariencia, opinar y votar en consecuencia.

"Tenemos --seguía diciendo, escribiendo Dufy-- el árbol, la casa, el banco, pero lo que me interesa, lo más difícil, es lo que hay alrededor de ellos. ¿Cómo tenerlo todo junto? Nadie lo ha hecho como Cezanne; lo que hay entre sus manzanas es tan bello e importante como sus manzanas mismas".

Lo que hay alrededor... Esa materia de la cohesión ciudadana y del tejido social que nos resulta, aún, mucho más invisible o desconocida que el propio reflejo de la opinión oficial. Son las terminales mediáticas, son las financiaciones ocultas, son los pactos secretos...

En resumen, que tenemos que educar el ojo crítico, como el propio Dufy.