El Justicia de Aragón considera que los servicios de Urgencias cuentan con un excesivo número de médicos residentes en formación en Urgencias --entre el 30 y el 40%-- tanto en la comunidad autónoma como en el resto del país. Esta cantidad, además, aumenta en los horarios de tarde, noche y fines de semana "cuando debería haber una distribución más equilibrada" en un sector donde, según García Vicente, los profesionales "sufren mayor estrés" que los del resto de servicios sanitarios. Así lo expuso ayer el Justicia en la Comisión de Comparecencias de las Cortes para explicar las conclusiones del informe sobre el Servicio de Urgencias Hospitalarias del Sistema Nacional de Salud elaborado por defensores del pueblo de distintas autonomías. Los interinos, según García Vicente,

El Justicia consideró necesario, en este sentido, abordar una "reorganización" de los servicios sanitarios de urgencias aragoneses, principalmente en cuanto a la distribución del personal porque "los periodos punta son entre las 12:00 y las 22:00 horas y, sin embargo, no es cuando hay más personal". Asimismo, advirtió que los principales usuarios de Urgencias son "crónicos en fase terminal y niños, cuando el tratamiento a estos enfermos debería proporcionarse en otras áreas sanitarias".

García Vicente subrayó la necesidad de "mejorar la educación sanitaria" porque a estos servicios "solo se debe acudir cuando hay una urgencia" y apuntó que el "verdadero" problema es "la saturación", lo que repercute "en la calidad y facilita los errores".

MÁS QUEJAS

Vicente recordó que las quejas recibidas por la institución en el 2014 sobre esta materia se elevaron a 17, lo que supone un incremento del 10% respecto al año anterior, en su mayoría por esperas excesivas, "de hasta 14 horas", y por "posibles errores diagnósticos". Tras su estudio, el Justicia elaboró dos expedientes de oficio. Uno de ellos, dirigido al Miguel Servet, por motivo de "saturación", y otro, dirigido al Royo Villanova, por una queja del personal de enfermería en relación "a la escasez de personal". Sin embargo, el Justicia también opinó que "la sanidad pública aragonesa funciona mejor que en otras comunidades autónomas".

En el 2013, detalló, se registraron en España 28 millones de consultas en estos servicios, en Aragón más de medio millón, más de 1.500 al día.

García Vicente advirtió de que en ocasiones se colapsan las urgencias por el cierre de plantas hospitalarias, del estrés laboral que sufren los profesionales y de que son necesarias mejoras en la gestión informática, facilitar el acceso a las historias clínicas informatizadas o prever los picos de demanda.

También mostró su preocupación por los derechos de los pacientes a la dignidad y la confidencialidad, las garantías que debe haber para una muerte digna y para preservar el duelo de los familiares, además de la atención de los colectivos más vulnerables, como los inmigrantes en situación irregular.