El consejero de Política Territorial e Interior de Aragón, Antonio Suárez, ha anunciado hoy que, ante la crecida extraordinaria del Ebro que se aproxima, se va a requerir la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y se va a proceder al "desalojo preventivo" de algunas casas o residencias.

Así lo ha asegurado hoy a los diputados del Pleno de las Cortes en una comparecencia solicitada de urgencia para explicar que hoy mismo se ha activado el Plan Especial de Inundaciones en su nivel dos, lo que significa que va a ser necesaria la intervención de operativos "no ordinarios" y ajenos a la comunidad autónoma, como la UME.

Además, esta mañana está prevista también una reunión del Centro de Coordinación Operativa de Aragón (CECOP) para analizar los últimos datos de la Agencia Estatal de Meteorología y las previsiones de caudal y aforo de las últimas horas, así como para estudiar la situación desde Novillas y aguas abajo en toda la ribera del Ebro zaragozana para adoptar las medidas operativas correspondientes que minimicen los efectos de la avenida.

Las previsiones, ha reconocido el consejero, "no son nada halagüeñas" y los caudales pueden incluso superar a los previstos hasta ahora debido a las intensas precipitaciones de nieve caídas en el Pirineo, a la lluvia que se ha producido por debajo de los 1.500 metros de altitud y al deshielo por el incremento de las temperaturas de la pasada semana.

Por todo ello, la situación es "seria y complicada", ha agregado Suárez, quien ha advertido de que se van a producir daños en explotaciones agrícolas y ganaderas y que la crecida afectará a algunas casas ubicadas en las proximidades del río en las localidades aragonesas de Novillas y Padilla, entre otras.

A la vista de esta situación, el consejero ha explicado que, de forma preventiva, se van a desalojar ordenadamente algunas casas o residencias amenazadas por el río, a falta de concretar en qué lugares se procederá a efectuar estas evacuaciones.

Otra de las preocupaciones del CECOP es ver cómo aguantan las motas de contención.

Si aguantan, no habrá incidencias en los cascos urbanos, pero si alguna cede podría ser necesaria la evacuación de alguna población o de parte de algún núcleo urbano, ha reconocido Suárez.

Por otro lado, el consejero ha apuntado que se requiere una limpieza del Ebro en "partes concretas", con un "planteamiento general" más allá de las "limpiezas puntuales" que ha realizado la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en Novillas, Pradilla, Boquiñeni o Pina de Ebro.

Ha añadido que la limpieza del río es "una asignatura pendiente" que hay que acometer, pero "sin destrozarlo", ha aseverado.