ANPE apela a que la religión "es considerada por muchos como un bien sustancial y de primer orden", por lo que la libertad religiosa conlleva, asimismo, "el derecho a exigir a la autoridad civil las vías más adecuadas, dentro del campo público, para conocerla, formarse en ella y transmitirla". De ahí, indica, "la lógica" de la enseñanza de la religión en la escuela. "Así lo entienden los países de la Unión Europea, todos los cuales ofrecen la enseñanza de la religión en los centros escolares, con excepción de Francia, aunque sí es ofertada en este país en los departamentos del Alto y Bajo Rin y Mosela", apunta el sindicato de profesores.