La Plataforma en Defensa del Ebro y los vecinos de las localidades turolenses de Vinaceite, Almochuel y Azaila han presentado, respectivamente, 4.000 y 930 firmas y alegaciones para cambiar el Plan Hidrológico del Ebro y que tenga en cuenta el cumplimiento de las directivas europeas.

La revisión de este plan "no ha cambiado ni la cantidad de hectáreas de nuevos regadíos, ni la cantidad de nuevos embalses, ni tampoco dan más agua en el tramo final del río Ebro", ha explicado hoy a los medios la portavoz de la Plataforma en Defensa del Ebro, Matilde Font, antes de entregar las alegaciones en la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en Zaragoza.

Esta realidad hace peligrar el ecosistema del Ebro y, por ello, Matilde Font ha subrayado la importancia de cumplir las directivas europeas, que ha asegurado, "se han omitido en el Plan Hidrológico". cuando obligados a cumplirlas porque las aprobaron, junto con otros gobiernos de la zona comunitaria, en el año 2000.

Además, la portavoz ha señalado que de no cumplirse estas peticiones y si se sigue adelante con este plan se persistirá en el "gran problema de subsidencia, de regresión y de salinación" que existe actualmente en el delta del río y que las plataformas y los científicos "llevan años denunciando".

Esta plataforma ha presentado dos tipos de alegaciones, por un lado, alegaciones individuales, que "la gente ha firmado a nivel personal y que suponen más de 4.000", y por otro lado, las alegaciones en defensa del delta del Ebro elaboradas por la plataforma, ha concluido Font.

Por su parte, los vecinos de Vinaceite, Almochuel y Azaila (ubicados en el margen derecho del río Aguas Vivas) han presentado 930 firmas, más del doble de la población total de las tres localidades, que apoyan las alegaciones que solicitan que se establezca un caudal mínimo y obligatorio desde Belchite hasta la desembocadura.

Más concretamente, a medio-largo plazo proponen que se calcule y apruebe el caudal ambiental del río Aguas Vivas, así como revisar la concesión de aguas respecto a las leyes actuales (Ley de Aguas y Directiva Marco del Agua) y, a corto plazo, comprobar, cuantificar y medir la cantidad de agua que llega hasta Belchite.

Estas propuestas apoyan las correspondientes alegaciones de los tres ayuntamientos y tres sindicatos de la zona presentadas con anterioridad y que solicitan que los técnicos determinen cuál es el porcentaje mínimo del agua al que tienen derecho los pueblos.

Las instituciones consideran que al menos debe asegurarse el 30 % del agua y, por su parte, los vecinos proponen que al menos dos días a la semana se permita que baje el agua a estas zonas.

"El cauce del río de esta zona está seco, porque el agua se queda detenida en Belchite", ha explicado el portavoz de los vecinos, Daniel Pequeru, quien ha añadido que el agua baja solo si hay lluvias o abren el pantano, pero "lo normal" es que desde finales de febrero no corra el agua, por lo que el río está completamente seco durante muchos meses del año.

Pequeru ha profundizado en que "el agua se detiene para usos muy dignos, pero usos a los que nosotros también tenemos derecho", ya que en ninguno de estos tres pueblos se puede acceder al agua del Ebro salvo cuando hay una riada.

Entre tanto, el agua utilizada para consumo humano en estos pueblos proviene de un pozo que extrae agua subterránea, pero el portavoz de los vecinos ha destacado que "a parte de beber, hay mucha ganadería y hay que regar las tierras".

Mañana termina el plazo para presentar alegaciones y, tras esto, deberá reunirse el Consejo Nacional del Agua, donde se tendrá que decidir si se aprueba los cambios propuestos, y cuya conclusión final se trasladará al Consejo de Ministros quienes tomarán la decisión definitiva a finales de año.