Una plataforma navarra y otra de Zaragoza denunciaron ayer el intento de fragmentar "de forma artificiosa" el proyecto Aquiles de extracción de gas mediante fractura hidráulica en otros de menor alcance con el objetivo de evitar determinados controles, especialmente de carácter medioambiental.

Las plataformas Nafarroako Fracking Ez Plataforma Navarra antiFracking y Zaragoza sin Fractura informaron de que el Ministerio de Medio Ambiente ha comunicado a diferentes ayuntamientos y organismos la apertura de consultas sobre la solicitud de inicio de evaluación de impacto ambiental simplificada del proyecto Campaña Sísmica Terrestre 2D en el PIH Aquiles (Navarra y Zaragoza) promovido por Frontera Energy.

Las prospecciones sísmicas 2D se engloban en la segunda fase del Proyecto Aquiles y pretenden comprobar la viabilidad para extraer gas mediante la técnica de fracking o fractura hidráulica en parte de las comarcas aragonesas de Cinco Villas, Ribera Alta del Ebro y Campo de Borja, y en parte de La Ribera de Navarra. Para ello, auscultan el suelo a fin de determinar la composición de los materiales litográficos, informaron las plataformas, que aseguraron que el documento presentado por la empresa está "plagado de inconcreciones y carencias", ya que no se explica dónde se van a realizar las prospecciones sísmicas.

Los colectivos acusan, asimismo, al Ministerio de Medio Ambiente de obrar "con alevosía" al abrir el periodo de consultas cuando los ayuntamientos se están conformando y cuando los nuevos gobiernos autonómicos están aún sin constituir. Por ello pidieron a todas las entidades y organismos consultados que muestren su rechazo ante el Ministerio de Medio Ambiente por esta forma de actuar.

Denuncian que la promotora pretende iniciar los trabajos preliminares con una evaluación ambiental simplificada en la que no hay participación pública ni posibilidad de presentar alegaciones y con un informe "sin detalle ni valoración crítica de los riesgos que conlleva".

Estas organizaciones advierten de que el fracking adolece de graves problemas técnicos; implica un gran consumo de agua; emite metano contribuyendo al cambio climático; difunde al aire tóxicos cancerígenos o mutagénicos, y libera elementos radioactivos; contamina acuíferos y cauces; aumenta el riesgo de sismicidad, y pone en riesgo la salud humana.