La Unidad de Rehabilitación Cardiaca de Zaragoza ya ha superado los 100 pacientes atendidos. Se trata de enfermos cardiópatas que han sobrevivido a un infarto o llevan implantado un stent coronario y que siguen un proceso de rehabilitación para recuperar cuanto antes su capacidad para desarrollar una vida normal e incorporarse al trabajo.

El equipo interdisciplinar a su cuidado está integrado por médicos, fisioterapeutas, enfermeros y psicólogos les tutelan en este proceso en el que durante ocho semanas los enfermos acuden al hospital todas las mañanas. El objetivo es aprender a vivir sin poner en riesgo de nuevo a su corazón.

El programa del Salud, que se adapta a la medida de cada persona, incluye charlas formativas, control de factores de riesgo cardiovascular --colesterol, diabetes, tensión alta, obesidad o tabaquismo-- control dietético personalizado, entrenamientos físicos con monitorización del corazón bajo supervisión médica, terapia psicológica con entrenamiento para control de estrés, ira, agresividad o deshabituación tabáquica que requiere el firme compromiso del enfermo para desterrar los hábitos de vida que le han conducido a su enfermedad.

La unidad, innovadora en Aragón, comenzó su puesta en marcha en abril y los expertos estiman que en el 2016 podrán atender al año más de 300 pacientes en la comunidad, convirtiéndose en una de las unidades más grandes de España. De momento, los cardiópatas atendidos son en su mayoría hombres (80% frente al 20% de mujeres) y con una media de edad de 55 años.

Los candidatos a estas terapias son pacientes isquémicos, es decir, que han sufrido un infarto cardiaco o angina de pecho y han precisado de la implantación de uno o varios stent coronarios; que han sido sometidos a cirugía cardiaca o con insuficiencias de este tipo. En todos ellos, el programa debe iniciarse de forma precoz. Esta unidad, ubicada en el hospital Provincial depende de los servicios de Cardiología de los hospitales Clínico, Servet y Royo Villanova.