El rastrillo que organiza la Fundación Federico Ozanam es cuestión de familias. Como la de Victoria, la de Llanos o la de David, que ayer pasaron la mañana en la Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza buscando buenos precios y con el único objetivo de colaborar con la gran familia que es Ozanam.

"Llevo trece o catorce años viniendo al Rastrillo, es ya como una tradición. Tanto, que en esta ocasión he venido con herencia: mi hija está conmigo y estamos viviendo una bonita experiencia juntas por la solidaridad". Es el testimonio de Llanos, oftalmóloga de lunes a viernes y voluntaria este fin de semana en la sección de saldos del mercadillo, que alcanza este año su 29ª edición. "La crisis se ha notado --reconoce Llanos-- pero aun así, año a año veo que Zaragoza se vuelca y se consigue el objetivo final".

Hay puestos de bisutería, de ropa, de electrodomésticos, de menaje para el hogar, zapatería, artículos de deporte, librería, papelería... Un centro comercial solidario que se nutre de donaciones y de compras a buenos precios.

"En la sección de ropa nueva vendemos muchísimo", afirma Victoria, que participa como voluntaria desde hace cuatro años, cogiendo el testigo de su madre y de su tía, que ya lo hicieron cuando la edad todavía no pesaba demasiado. "El contacto con la gente enseña mucho --reflexiona Victoria-- y es un buen motivo para estar aquí". "El 2014 fue duro por la crisis, pero este año lo estamos remontando". Y las cifras le dan la razón: un 6% más de recaudación. En total, entre el viernes y el sábado, hicieron unos 140.000 euros de caja. David es uno de los 42.000 zaragozanos que, según la organización, pasaron por el rastrillo durante el fin de semana. Con su mujer, Shaila, y el carrito de su hijo, recorrieron los pasillos de este mercado. "Siempre se encuentran cosas a buen precio para el peque, y además hacen actividades para los niños", explicó David, que indicó que esta era su cuarta vez en el rastrillo.

Rosa se detuvo largo rato en la sección de librería. "Siempre se encuentran cosas que te gustan", afirmó, "y además venimos por solidaridad, porque conocemos el trabajo que hay detrás y es totalmente altruista; tiene mucho mérito".

Los servicios que ofrece la Fundación Ozanam va desde la formación ocupacional a la atención a las víctimas de la violencia de género las residencias para personas mayores.