La Base Aérea de Zaragoza alberga estos días una colección de aeronaves de combate internacionales que haría las delicias de cualquier aficionado a la aviación. A diario, parten para prácticas de bombardeo en el campo de Bardenas, lanzamientos de paracaidistas hasta en el campo albaceteño de Chinchilla o de todo tipo en San Gregorio. En los entreactos, la pista de la base parece un pequeño museo aeronáutico.

Helicópteros Apache --de combate--, Chinook --de transporte-- y Black Hawk --de evacuación-- estadounidenses, Augusta belgas o Hip (para operaciones especiales) checos se combinan con los tradicionales aviones Hércules y cazas F-18 españoles, ahora con la compañía de los Alca checos.

El ejercicio Trident Juncture de la OTAN ha convertido Zaragoza en base para buena parte de las 140 aeronaves que participan en el ejercicio, entre los 37.000 efectivos totales, según el teniente coronel Luc Gaudet (oficial de comunicación). El canadiense guió ayer la visita para prensa a la base, insistiendo en la "transparencia" en la que avanza la Alianza. Por ejemplo, con invitados ajenos a la coalición, como Rusia.

La transparencia avanza, aunque no siempre se traduzca en una información detallada. Por ejemplo, una de las inquietudes de los colectivos antimilitaristas está siendo si la munición empleada en estas prácticas con fuego real pueda ser de carácter radioactivo o contaminante. Gaudet afirmó simplemente que todo el armamento de la OTAN está "dentro de la legalidad".

Otro aspecto en el que se insiste es en el desconocimiento de los costes. El teniente coronel explicó que, salvo las pocas aeronaves (como el avión de coordinación, en Italia) en propiedad de la Alianza, los gastos los asume cada país, y no están calculados.

El beneficio indirecto para los anfitriones, como España y en concreto Zaragoza, es igualmente complejo. Como ilustración puede valer el contingente checo que, según explicaba el capitán Svancara, ha reservado en tres semanas 50 habitaciones de hotel. Aunque otros viven en la base o en San Gregorio. También han conocido la ciudad --en su caso, no descarta volver con su familia-- y las fiestas. Cerveza, prefieren la suya, "pero el vino lo tenéis muy bueno y barato", bromeaban.