Las entidades económicas y sociales aragonesas, con el apoyo de la la región francesa de Aquitania-Limousin-Poitou-Charente, firmaron ayer un documento conjunto para reivindicar la reapertura de la línea ferroviaria que une Pau con Zaragoza cruzando la frontera a través de Canfranc. "Tenemos que ser influyentes en aquellos tableros en los que se decide nuestro futuro", afirmó el presidente autonómico Javier Lambán. Esta unión permitirá definir los proyectos que deberán tener en cuenta en la Comisión y el Consejo Europeo. La intención es fomentar un "grupo de presión" que pueda incidir en la modernización económica aragonesa.

Los sesenta organismos reunidos ayer en en el edificio Pignatelli de Zaragoza --en el salón "de los grandes acontecimientos", según destacó el consejero de Vertebración Territorial, José Luis Soro-- destacan que el proyecto "permite una verdadera cohesión de los territorios de interior de la Península Ibérica y Francia" y que supone "un itinerario complementario y alternativo a los actuales corredores costeros", especialmente rentable a corto plazo.

Para el presidente autonómico, en los últimos años la exigencia de la reapertura había entrado dentro de las "peticiones nostálgicas" y consideró que este nuevo impulso puede "dejar atrás la retórica de la política aragonesa" para generar un "mensaje de esperanza". Uno de los puntales en los que se basará la defensa conjunta de la reapertura es el de la importancia logística del trazado. Según los datos aportados por el presidente del Consejo Aragonés de Cámaras de Comercio, Manuel Teruel, las mercancías que se mueven a través de Aragón representan "el 70% del PIB" del sector noroeste de la península.

El vicepresidente responsable de Desarrollo Económico y Economía Digital de la región de Aquitania-Limousin-Poitou-Charentes, Bernard Uthurry, indicó "el gran momento" para el proyecto que supone la creación del lobi conjunto y recordó que la reapertura "interesa también más allá del Pirineo". También avanzó que las obras del tramo entre Oloron y Bedous estarán listas el próximo mes de junio.

Por su parte, el consejero Soro, definió el encuentro como un primer paso para "cargar de argumentos" el mensaje de la reapertura. En su intervención estableció que la cita era sucesora de un encuentro mantenido en 1853 entre los representantes de la época para redactar la primera memoria que reivindicó la union fronteriza a través de Canfranc, 75 años antes de la inauguración de la línea. "No se trata de una cuestión sentimental o nostálgica, sino que es un proyecto factible, realista, viable, necesario, vertebrador, sostenible y rentable", destacó.

El texto común firmado ayer también establece que la línea ferroviaria internacional será un eje sostenible, siguiendo las tendencias que avanzan las directivas europeas, pues "supone un ahorro incontestable de emisiones de CO2 a la atmósfera e importantes ventajas medioambientales". También afirman que supondrá una conexión de primer orden para los principales puertos y plataformas logísticas del norte de España y el Sur de Francia.