El Congreso aprobó ayer una proposición no de ley presentada por el grupo socialista que insta al Gobierno a mantener en funcionamiento el cuartel militar Sancho Ramírez de Huesca, cuyo cierre estaba previsto durante este año.

La iniciativa, impulsada por el diputado socialista por Huesca Gonzalo Palacín, salió adelante con 18 votos a favor --PSOE y Ciudadanos--, 15 en contra --PP-- y 8 abstenciones de Podemos.

Según Palacín, Huesca albergó en el pasado a más de 3.000 militares en los tres cuarteles ubicados en la ciudad, pero el cierre del Alfonso I el Batallador y la Merced, antigua sede del gobierno militar, dejó al Sancho Ramírez como único acuartelamiento.

El cierre del cuartel y el traslado de la unidad que alberga a Zaragoza produciría que 300 familias abandonen la ciudad, con un impacto en la economía de Huesca que el PSOE cifra en más de 8 millones de euros al año.

Además, el desmantelamiento del Sancho Ramírez vendría unido al cierre de otros dos campos de tiro ubicados en los municipios de Fornillos e Igriés.

Palacín afirmó que el ministro de Defensa, Pedro Morenés, está actuando con "total opacidad" y que las razones para el cierre del cuartel no se sostienen ni por "los criterios de planificación ni por los costes de mantenimiento".

Hizo hincapié en que el traslado del cuartel a Zaragoza no supondría "ningún ahorro", sino que además produciría un coste de 3 millones. Además, acusó a Morenés de no haber respondido a las solicitudes del alcalde de Huesca ni del Gobierno de Aragón para obtener información sobre una hipotética redistribución de los militares del acuartelamiento.

El PSOE rechazó las enmiendas que han presentado En Marea y Ciudadanos, que pedían un debate más profundo sobre el modelo militar de España y llevar a cabo un plan de viabilidad y de infraestructuras para las Fuerzas Armadas.

Por su parte, el portavoz adjunto del PP en la Comisión, Eduardo Fernández, negó su apoyo a la iniciativa y defendió a Morenés de las acusaciones de "opacidad" en su gestión.

Fernández insistió en que los otros grupos cometen "un error en el tiempo verbal" en las críticas hacia Morenés, porque las "decisiones se tomaron en la pasada legislatura y ahora estamos en una nueva".

"No es una decisión que el ministro toma, es una decisión que el ministerio tomó", justificó. Además, opinó que existe "una paradoja" porque, a su juicio, "hay algunos que se oponen a las instalaciones militares dos veces: una cuando se establecen, y la segunda, cuando se cierran".