El responsable municipal de Economía, Fernando Rivarés, dio cuenta del cierre del ejercicio 2015 que se atiene a las previsiones que mantenía a finales de año. Y confirma que se liquidará con un remanente de tesorería positivo de 5,5 millones de euros que irá, casi íntegramente, a pagar facturas en los cajones, las obligaciones pendientes de aplicar a presupuesto, que alcanzaron los 25 millones.

También aclaró que los 191 millones de euros pendientes de cobrar son ficticios, ya que del 2015 solo son 72,5 --el resto es de ejercicios anteriores-- y que en los dos primeros meses del 2016 se han ingresado 24,5 millones, entre otras cosas, el anuncio de la DGA de los cambios en el impuesto de transmisiones este año provocó un aluvión de compraventas en noviembre y diciembre que derivó en el pago del tributo de plusvalía a partir de enero. La cifra real es de 47,5 millones.