El teléfono de atención a víctimas de violencia machista en Aragón ha recibido más de 500 llamadas en los primeros meses del 2016, según explicó ayer la directora del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), Natalia Salvo, durante la primera reunión de la comisión especial sobre las políticas y recursos necesarios para acabar con la violencia de género en la comunidad.

Por su parte, la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, señaló que espera "mucho" de este órgano de trabajo para que, con el tiempo, se consiga poner en marcha en Aragón un "pacto social" sobre esta materia.

"Desde el Gobierno estamos haciendo cosas, pero no son suficientes cuando dos mujeres han muerto en lo que va de año", dijo Broto, quien se dirigió a los diputados presentes en la reunión para pedirles "el necesario consenso" ante este problema. "Las políticas no deben quedar al albur de los vaivenes políticos", apuntó la consejera.

Broto señaló que el diagnóstico de la situación pasa por analizar la "desigualdad" entre hombres y mujeres, así como la situación de las mujeres que "pierden su libertad, su dignidad y no pueden llevar a cabo un proyecto de vida porque quedan anuladas como personas", dijo.

Salvo reconoció que el "rearme del neomachismo" está "poniendo en jaque" el trabajo que las instituciones realizan en este campo. De momento, el Ejecutivo aragonés ya ha puesto varias medidas en marcha, como el inicio del proceso participativo para elaborar el borrador del anteproyecto de la futura ley de igualdad de hombres y mujeres. Esta iniciativa acaba de iniciarse, tal y como adelantó hace unas semanas EL PERIÓDICO.

También se ha firmado un protocolo con el Departamento de Educación para conseguir que "la igualdad empiece desde abajo", dijo Broto, o el inicio de la cátedra de Igualdad puesta en marcha en la Universidad de Zaragoza.