La defensa del río Ebro vuelve a generar tensiones políticas. Ayer, los cuatro diputados aragoneses del PSOE en el Congreso votaron en contra de la Proposición No de Ley (PNL) de Esquerra Republicana que pretendía asegurar un caudal ecológico para el delta en el Plan Hidrológico de Cuenca del Ebro (PHCE). El gesto rompió la disciplina de voto marcada por el partido, que optó por la abstención para no soliviantar a los diputados catalanes. La decisión ha provocado un notable malestar en el grupo, que intentó sacar adelante una enmienda más generalista con la que poder mantener la unidad y que finalmente tampoco fue aceptada por los independentistas.

El voto negativo de Susana Sumelzo (diputada por Zaragoza y miembro de la Ejecutiva Federal del partido), Ignacio Urquizu (diputado por Teruel), Óscar Galeano (por Zaragoza) y Gonzalo Palacín (por Huesca), rompiendo la disciplina de voto, debe entenderse --indicaron-- como "una defensa de los intereses del Ebro" más que como una pugna interna entre territorios, a pesar de que el PSC se había manifestado favorable a mejorar los caudales a su paso por Cataluña.

SANCIÓN DE 600 EUROS

Tras intentar infructuosamente adaptar el texto con una moción que diluyera la reivindicación catalana de obtener unos caudales ambientales para el delta de ente 5.871 hectómetros cúbicos y los 9.907, en una reivindicación de caracter generalista para toda la cuenca, los aragoneses decidieron votar en contra de la proposición, que fue rechazada por 159 votos, entre los que se encontraban los de el PP, Ciudadanos y los cuatro diputados socialistas aragoneses. A favor de la PNL votaron los 90 diputados de Podemos, IU y los partidos catalanes, entre otros grupos. El grupo de los socialistas sumaron 90 abstenciones.

La ruptura de la unidad supondrá la apertura de un expediente disciplinario y una sanción de 600 euros por diputado. El grupo aragonés, que reconoce la gravedad de su decisión en términos internos, justificó su actuación indicando que supone una demostración de coherencia "con la posturaque el PSOE ha mantenido durante las últimas dos décadas en Aragón".

En un comunicado trataron de apaciguar el malestar interno generado --especialmente con el portavoz Antonio Hernando-- recordando que el diputado Eloy Suárez (PP) votó hace un año a favor de la Ley de Evaluación Ambiental "que abre la puerta a los trasvases" y manifestaron que Izquierda Unida y Podemos tendrán que explicar a los aragoneses por qué votan "a favor de una iniciativa que va en contra de los intereses de la comunidad".

Que el debate sobre el agua en Aragón provoca extrañas alianzas quedó patente en la alusión a José Antonio Labordeta por parte de Suárez, durante su intervención en la tribuna, al referirse a su infancia en un pueblo monegrino "duro".

CUIDADO AMBIENTAL

La proposición rechazada por la Cámara fue presentada por los independentistas catalanes como una medida destinada a proteger "el tercer delta más grande del Mediterráneo --solo por detrás de los del Ródano y el Nilo-- y un ecosistema resguardado por todas las figuras de protección medioambiental posibles". También consideran "inviables" las reservas hídricas para el desarrollo de regadíos aguas arriba. El PHCE todavía depende del dictamen europeo.

La secretaria de Cambio Climático del PSOE, Pilar Lucio, defendió que aunque es "lícito mantener el interés de las comunidades autónomas" es necesario "ser permeables a la realidad de la unidad de la cuenca". Alertó de que la desembocadura de un río "no puede independizarse de la cabecera".

El PAR quiso manifestar su rechazo a la medida y manifestó que estará "enfrente de cualquier propuesta que lesione los intereses de Aragón".