Más de 13.000 personas pasan por los actos del Pignatelli

Cerca de 14.000 personas han atravesado este fin de semana los arcos de entrada del edificio Pignatelli, sede de la DGA. Un total de 3.452 ayer, menos multitudinaria que el Día de Aragón, que registró 10.000. Dragones, artesanos y artistas fueron los principales reclamos en la segunda jornada.

En el día de ayer, las actuaciones musicales fueron los actos programados que más éxito tuvieron. La solemne Sala de la Corona volvió a llenarse. Más de 300 personas asistieron encantadas al concierto que ofreció la banda sinfónica de la Federación Aragonesa de Sociedades Musicales, en la que participan miembros de las bandas de Calanda, Alcañiz, Sarrión, Monreal del Campo, Teruel, Zaragoza, Calatayud, Brea de Aragón, Jaca y Miralbueno. Y, junto a los músicos, acudieron un buen número de familiares que no quisieron perderse los atractivos de la cita.

Lleno de imaginación y colores desbordantes se observaba el patio frente a la Sala de la Corona. Los más pequeños disfrutaban con sus padres del taller de dragones de cartón de la compañía PAI. Con cajas y tubos reciclados y un poco de cinta adhesiva, pequeños y mayores fabricaron decenas de terribles bestias.

MUCHOS COLEGIOS El espacio Ínsula Barataria también estuvo protagonizado por la música. A lo largo de la mañana albergó el concierto del coro del colegio Los Albares de La Puebla de Alfindén, del Ensemble de Clarinetes del Conservatorio Superior de Música de Aragón y las actuaciones de La Chaminera, con el espectáculo De quijotes, gitanillas y fregones y del teatro del colegio Vicente Ferrer Ramos de Valderrobres.

Por la tarde estuvieron presentes los niños del coro del colegio Val de Atalaya de María de Huerva, el cuarteto de trombones del Conservatorio Superior de Música de Aragón, el coro del colegio Juan Pablo Bonet de Movera y la orquesta de cuerda del Conservatorio Profesional de Música de Zaragoza.

Las artes escénicas tuvieron su protagonismo de la mano de la compañía de Arturo Peliagudo, Circo y talleres y su Matar un ego de dragón. Sus máquinas, cuerdas y cintas estuvieron instaladas en el Espacio Aragón.

Fuera de las actividades programadas también era posible disfrutar de un edificio habitualmente cerrado al público en general. El ajedrez y las competiciones entre niños coparon el patio Zurita, mientras que decenas de personas recorrieron los porches del Espacio Aragón para contemplar las imágenes que muestra la exposición 80 años del Estatuto de Autonomía de Caspe.

Por su parte, una docena de puestos de la Asociación Profesional de Artesanos de Aragón estuvieron mostrando sus obras y productos alimenticios en los porches tras el espacio Ínsula Barataria.