Hay pacientes de cáncer de mama a las que la sola idea de recibir un tratamiento de radioterapia les provoca cierto rechazo y una sensación de ansiedad que se ve desbordada por el hecho de padecer esta enfermedad. "En algún caso hemos llegado a pensar en la sedación, pero gracias al mindfulness se pudo reconducir", recuerda Reyes Ibáñez, especialista del departamento de Oncología Radioterápica del hospital Miguel Servet de Zaragoza.

Una de cada cinco mujeres sufre un impacto emocional fuerte al sufrir esta patología. Sin embargo, la aplicación de esta terapia en los últimos años en el terreno sanitario ha ido ganando adeptos. Y hay quien, como la médica Nuria Val, ha hecho de estas técnicas de respiración, relajación y concentración parte del leitmotiv de su carrera.

La doctora Val, sanitaria del centro de salud de Zuera, ha dejado constancia en su tesis doctoral que las técnicas antiestrés basadas en mindfulness y terapias afines logran reducir los cuadros de estrés en una mujer con cáncer de mama.

El trabajo

Con una muestra de 60 pacientes del Servet que se encontraban en tratamiento, Val aplicó en 30 de ellas estas técnicas. ¿El resultado? "Un 80% que eran probables casos de ansiedad dejaron de serlo tras la iniciación en el mindfulness. Además, se pudo concluir en el estudio que estas disfrutaban en general de un buen nivel de calidad de vida durante todo el proceso", explica Val, cuyo trabajo ha estado coordinado bajo la dirección de la doctora Reyes y Javier Olivera, del área de Psiquiatría del hospital de San Jorge en Huesca.

En el proceso oncológico existen cuatro momentos claves que pueden actuar como estímulos estresantes y donde es más frecuente que se pueda producir un trastorno de adaptación. Estos periodos son la presentación de los síntomas iniciales del cáncer, la confirmación del diagnóstico, el tratamiento y, una vez finalizado el mismo, el miedo a las recaídas. Sin embargo, a través de las técnicas de mindfulness de respiración de tres minutos y de escáner corporal se consigue que la paciente centre su atención "en el ahora", dice Val. "Ello sirve de anclaje con el presente, con los pensamientos, sensaciones corporales y emociones que experimenta en ese mismo momento y contrarresta la tendencia natural de la mente a divagar hacia el pasado y el futuro", añade.

Por el momento se trata de un estudio que se ha realizado de forma voluntaria y que no tiene hueco en la cartera de servicios del Salud, pero Val no descarta aplicarlo a otro niveles en el futuro. "Sería interesante llevarlo a los sanitarios, incluso a la Atención Primaria, donde hay casos de depresión y estrés", señala.