El Obispado de la Diócesis de Tarazona ha adjudicado a la UTE Construcciones Puente Argal y Construcciones Murillo las obras que permitirán consolidar la estructura del Palacio Episcopal, con un presupuesto de 727.630 euros.

Según ha informado hoy la fundación Tarazona Monumental, las obras previsiblemente comenzarán antes del 1 de julio, tienen un plazo de ejecución de ocho meses y del presupuesto de la adjudicación, el Ministerio de Fomento se hará cargo del 75 % (606.358,76 euros).

El resto se abonará a través de un convenio entre el Ayuntamiento de Tarazona, que aportará 32.119 euros, el Obispado (85.000 euros) y la fundación (85.000 euros).

Esta última invirtió 40.000 euros en la redacción del proyecto técnico, producto de un convenio con la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid.

Además, se rehabilitarán las grietas, se consolidarán las cubiertas, se llevará a cabo el acondicionamiento del patio central reconduciendo el drenaje de las aguas de lluvias y se colocará una malla de forma provisional en la fachada para evitar desprendimientos.

El responsable del Cabildo, José María Cerralbo, ha explicado que los trabajos consisten en el aquilatado de las fachadas, el cosido de pilares de los arcos y la sujeción de las distintas partes del edificio mediante un anclado a la peña central.

Por su parte, el obispo de Tarazona, Eusebio Hernández, ha mostrado su satisfacción por "poder acometer estas obras que son necesarias para consolidar un espacio que fue sede de las Cortes de Aragón y por el que pasaron los Reyes Católicos y el Cardenal Cisneros y que es emblemático para Tarazona y Aragón por toda la historia que reúne".

El Palacio Episcopal nace como una antigua Zuda musulmana que, tras la Guerra de los Dos Pedros (1356-1369), pasa a ser la nueva residencia de los obispos de la Diócesis.

A partir de ese momento, el prelado inició un ambicioso proceso constructivo que no sería concluido hasta el episcopado de Juan González de Munébrega (1547-1567).

En el interior del monumento destaca la decoración mural de la sala de aparato del palacio, conocida como Salón de Obispos, en la que aparecen representados los obispos de la historia de la Diócesis de Tarazona.

Estas galerías de retratos se popularizan a lo largo del s. XVI y tienen su precedente en la serie de papas pintada en la Capilla Sixtina a finales del siglo XV.