Un incendio declarado en la tarde de ayer destruyó un número indeterminado de hectáreas de pinar en el término de Estercuel, en la comarca de Andorra. El fuego se originó en un paraje aislado perteneciente a la finca La Codoñera, posiblemente debido a una chispa producida por una cosechadora que se hallaba trabajando en un campo cercano. Se trata de una zona que se halla en prealerta naranja debido a las elevadas temperaturas y, sobre todo, a la sequedad del terreno.

En la extinción del incendio participaron dos helicópteros con sus correspondientes dotaciones, procedentes de las bases de Alcorisa y Peñalba, la BRIF de Daroca, un hidroavión, cinco brigadas terrestres, cinco autobombas y efectivos de la Guardia Civil. El fuego empezó a estar controlado a última hora de la tarde. El lugar donde se inició el fuego se halla apartado de cualquier zona habitada, según informaron fuentes del Gobierno de Aragón.

Por otro lado, la Guardia Civil investiga a un hombre por un posible delito contra la seguridad colectiva al provocar un incendio forestal en Belmonte de San José (Teruel), tras realizar unas hogueras para quemar restos de poda de olivo.

El incendio se produjo el pasado 27 de mayo pasado en el paraje denominado Las Águilas del municipio turolense, y en el suceso se vieron afectadas más de dos hectáreas de superficie, según informó la Guardia Civil en un comunicado.

El siniestro se dio por extinguido rápidamente gracias a la actuación de los servicios antiincendios del Gobierno de Aragón y la colaboración de la Guardia Civil.

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de Alcañiz comenzaron la investigación el pasado 17 de junio. En el curso de las pesquisas se determinó que el origen del incendio fueron varias hogueras que esta persona había prendido al parecer en una parcela de su propiedad.

UNA CHISPA Según la investigación, una de estas hogueras estaba "visiblemente cerca de la masa forestal", lo que hizo que una chispa provocara más tarde el incendio.

El fuego se extendió con gran rapidez debido a que el presunto autor había abandonado el lugar donde realizaba la quema, indican las mismas fuentes, sin cerciorarse de que la hoguera estuviera totalmente apagada, "y hubiera transcurrido un periodo de tiempo suficiente sin que se observaran llamas o brasas incandescentes", como establecen las condiciones de la notificación de quema expedida al efecto.

La Guardia Civil recordó ayer que estamos en plena época de peligro de incendios forestales, que abarca desde el 16 de marzo al 15 de octubre del 2016, y que durante este periodo el uso del fuego está especialmente limitado a lugares muy concretos y autorizados.

En todo caso, los agentes recordaron que en la quema de rastrojos autorizados es conveniente permanecer un tiempo prudencial en el lugar donde han realizado las quemas, para poder observar la formación de posibles conatos de incendio y apagarlos en el acto. Se debe además contar con agua suficiente y las herramientas necesarias para poder apagar un fuego incipiente en sus primeros momentos y evitar así llamar a los servicios profesionales.