El informe de la Cámara de Cuentas sobre la Ciudad de Motor correspondiente a los ejercicios del 2013 y 2014 es tan demoledor, son tantas las irregularidades y tan negras las perspectivas económicas de la sociedad que invita a la reflexión y a la toma de decisiones. El órgano fiscalizador advierte de que la empresa seguirá teniendo pérdidas de 9 millones anuales a medio plazo; detecta "riesgos de control" en los gastos, y anomalías en las retribuciones de los trabajadores, incluido el director gerente, Tomé Alfonso, que percibió ingresos de hasta 115.181 (2013) que no se justifican.

Desde la construcción de Motorland en el 2001 hasta el 2014, señala el informe, el dinero público que se ha puesto asciende a 146 millones de euros. En los últimos ejercicios analizados, 2013 y 2014 las pérdidas ascendieron a 7,4 y 7,9 millones, que aumentan a 12,7 y 12,8 si se restan las subvenciones percibidas. Los números rojos duplican la cifra de negocia, que se quedó en 4,7 millones en los dos años.

SUPERVIVENCIA Pero las pérdidas de la Ciudad de Motor eran ya conocidas. El Gobierno lleva años inyectando 7 millones anuales procedentes del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite). Sin embargo, la Cámara de Cuentas va más allá. Señala que la "supervivencia" económica de la sociedad dependerá de las aportaciones de dinero público. Prevé que serán necesarias ampliaciones de capital o transferencias para compensar pérdidas de 9 millones. Será necesario apoyar a la empresa para que pueda hacer frente al préstamo del mecanismo de pago a proveedores: 18 millones.

El argumento de las pérdidas siempre ha sido contrarrestado por los gestores públicos de la comunidad con el argumento de los beneficios intangibles que supone para Aragón y para la zona en el que está radicado Motorland. Se agarran a estudios realizados por diversas entidades. Pues bien, incluso estos análisis son puestos en duda por la Cámara de Cuentas, que subraya que "adolecen de numerosas y relevantes incorrecciones que sobreestiman el impacto económico del mismo, por lo que no se pueden considerar representativos de la realidad".

LAS PÉRDIDAS Por ello, y "dadas las elevadas pérdidas que genera la sociedad, sin que existan perspectivas de mejora en el medio plazo, se hace imprescindible la realización de un estudio de impacto económico más riguroso y detallado que permita conocer cuál es el retorno que genera la organización de este evento --MotoGP-- con unos costes directos de organización de 7,5 millones anuales", recomienda la Cámara de Cuentas.

A las sombrías perspectivas financieras de la sociedad se añaden los puntos ciegos que el órgano fiscalizados halla en su funcionamiento. La Cámara de Cuentas detecta "una debilidad muy significativa" del control interno de la empresa "en la verificación de los servicios o suministros que justifican los gastos de la sociedad". Señala que, "con carácter general", no se identifica "el puesto ni la persona que firma las facturas recibidas, ni existe memoria justificativa que acredite que el gasto se ha realizado conforme a las condiciones del contrato o de la orden de pedido en su caso".

La Cámara de Cuentas informa de que la competencia para hacer pagos inferiores a 18.000 euros es del director gerente y si se supera este importe es responsabilidad del consejero delegado. "El hecho de que no se exija una firma mancomunada y sea suficiente con la firma unipersonal supone un riesgo de control". Y sentencia: "No existe una adecuada segregación de funciones al coincidir en la misma persona todas las competencias de tramitación del gasto".