La última medida que adoptó Interior respecto al cuartel fue la colocación de unos andamios con redes en el patio interior del inmueble tras los desprendimientos que, el pasado mes de mayo, hicieron que unos cascotes rompieran la luna de un coche policial. Un apaño que, según fuentes sindicales, no costó más de 10.000 euros. La caída del voladizo en el exterior también obligó a intervenir a los bomberos, y de hecho la calle mantuvo algún tramo cortado al tránsito unas semanas, un día en el caso de los coches.