Los zaragozanos podrán visitar los restos arqueológicos que alberga el Centro de Interpretación de San Lázaro, junto al Puente de Piedra, en virtud del convenio de colaboración suscrito entre el Ayuntamiento de Zaragoza y la Asociación de Vecinos Tío Jorge-Arrabal.

El colectivo se encargará de realizar visitas turísticas guiadas y otras actividades en este espacio, uno de los más desconocidos del patrimonio cultural de la ciudad, según han indicado fuentes municipales en un comunicado.

Para realizar esta tarea, la Asociación de Vecinos Tío Jorge- Arrabal dispone de un grupo de voluntarios, formados como guías turísticos, que de forma altruista realizan acciones de información, promoción y difusión de los elementos artísticos y culturales que alberga el barrio.

Así, se encargarán de la apertura al público de manera puntual del Centro de Interpretación de San Lázaro y de realizar visitas guiadas a sus instalaciones y a los restos arqueológicos que alberga el antiguo convento de la orden de la Merced que, durante más de seis siglos, estuvo enclavado en este espacio.

Según ha informado el Ayuntamiento, se va a elaborar un calendario con las fechas y horarios de apertura del Centro de Interpretación, así como de las acciones formativas, culturales y educativas que en él se lleven a cabo para profundizar y difundir en la historia y en el valor de este importante enclave de la historia de Zaragoza que fue recuperado en el marco del Plan de Acompañamiento de la Expo 2008.

La orden de Nuestra Señora de La Merced fue fundada en Barcelona en 1218 por el rey Jaime I el Conquistador y por San Pedro Nolasco, con carácter religioso y militar.

Siempre ha estado muy vinculada a la Corona de Aragón, y sus caballeros participaron junto al rey en importantes hechos de armas, como la conquista de Valencia, si bien una vez finalizada la reconquista aragonesa y reconvertida en orden regular mendicante, se dedicó a uno de los principales fines para los que fue creada, la redención de los cautivos cristianos en tierras musulmanas y la atención a los sectores sociales más desvalidos.

Tan sólo ocho años después de su creación y por orden real, en 1224 se fundó en Zaragoza el Real Convento de San Lázaro, que tuvo entre sus cometidos, durante varios siglos, la atención como lazareto y hospital a los leprosos y a otros enfermos de la ciudad.

Con el paso del tiempo, el convento se erigió en el principal centro religioso del Arrabal y en uno de los más destacados de la ciudad.

Durante los Sitios de Zaragoza el convento de San Lázaro fue arrasado casi por completo, ya que sirvió de baluarte defensivo por el norte, y en sus inmediaciones se vivieron algunos de los combates más cruentos para proteger el acceso al Puente de Piedra.

Tras la desamortización de Mendizábal, en 1835, el solar del antiguo convento se convirtió en el cuartel de San Lázaro, y su entorno vivió un importante desarrollo a finales del siglo XIX, impulsado por la llegada del ferrocarril y la instalación en sus inmediaciones de la Estación del Norte, constituyéndose uno de los asentamientos tradicionales más importantes de la Margen Izquierda, han recordado las citadas fuentes.